Curiosa e irónica resulta la tele a veces.
Después de la pedazo de bronca que tuvieron Jimmy Jiménez Arnau y Pipi Estrada, que provocó que el periodista haya tenido que ser operado del talón de Aquiles, y de que echaran al ex de Miriam Sánchez de Sálvame, poco parece importarles al resto cómo ha trascendido todo.
Pipi sigue todo feliz como consejero del amor en Mujeres y Hombres y Viceversa, aunque bueno, con varias denuncias a sus espaldas (por este tema y por la acusación de que Belén Rodríguez y Alessandro Lecquio habían tenido un rollete en una fiesta privada).
Pero los demás siguen heridos, entre ellos Kiko Hernández, que de un empujón que le dio el periodista deportivo terminó en el suelo, con la mano bastante jorobada.
Por eso está escayolado en el programa donde colabora, donde ha dicho que sabe de buena tinta que Pipi va diciendo por ahí que lo está fingiendo todo.
Kiko le ha contestado de manera irónica que sí, que mañana si quiere irá a la tele con las dos manos vendadas.
Aunque Belén Esteban se ha encargado de cerciorar que días atrás le había visto la muñeca y que la tenía toda pocha.
Mientras Pipi va demostrando que es un hipócrita, porque Kiko asegura que se lo encuentra por los pasillos y el otro hace ademanes de hablarle, pero que el ex gran hermano pasa de largo.
O sea, que quiere hablarle para hacer las paces y esas historias, pero mientras le llama mentiroso por detrás.
Si es que Pipi, te descubres tú solito.
