El miércoles, Antena 3 estrenó su nueva comedia, Con el Culo al Aire.
Una comedia que sustituye a Downton Abbey, una serie inglesa de calidad extraordinaria que ha ocupado esta franja horaria durante estas últimas semanas, y que va a ser superada tranquilamente por la audiencia de esta nueva propuesta.
En este cámping, poblado por fracasados sociales, se viven situaciones cómicas, pero también se intenta, dicen, contar historias terribles de marginación social, problemas familiares y tragedias realistas.
Una mezcla algo extraña que tanto puede salir bien como caer en algo chabacano y sin sentido.
Pero lo visto en el primer episodio tiene mucho de serie de éxito.
El plantel de actores, encabezado por Paco Tous, conocido por su papel en Los Hombres de Paco, cumple con lo esperado, y hay suficiente talento en la serie para que se consiga algo que parece casi asegurado: que goce del beneplácito de un público muy acostumbrado a este tipo de comedias.
Las cifras del estreno son muy tranquilizadoras para los responsables de la cadena.
Un techo de 4.
707.
000 espectadores, y un máximo del 23,6 % de share.
Un estreno muy correcto, que intentará repetir el éxito el próximo miércoles, para comprobar si se trata de una carrera de fondo o se deshincha con dos o tres episodios más.
Las interpretaciones de actores ya consagrados, como Cesáreo Estébanez, Iñaki Miramón, Toni Acosta o Raúl Fernández contrasta con las de los jóvenes actores, que están comenzando a ser caras conocidas en las teleseries nacionales, como Víctor Palmero, Henar Jimenez o Hiba Abouk.
El problema que veo es que los adultos parecen un tanto sobreactuados, un mal endémico de la comedia española.
Estos mismos actores, cuando interpretan papeles dramáticos, resultan mucho más creíbles que cuando hacen comedia.
El bagaje del teatro se percibe con demasiada claridad en estos casos, y puede resultar lastrante para la historia.
En cambio, los jóvenes, si no se pierden en el estilo de interpretación de adolescentes insoportables que tanto se ve en estas series, pueden llegar a ser valores muy interesantes.
Se ve madera en muchos de ellos y es posible que a base de trabajar lleguen al nivel de sus compañeros mayores en menos tiempo de lo que podría parecer.
Las tramas más dramáticas, las que son la causa de que todos estos personajes estén viviendo en un cámping, están ahí, ciertamente.
Pero, al estar disfrazadas con otros argumentos, se desdibujan.
He visto cosas interesantes, subtramas y soluciones a alguna situación que podría darle más profundidad a los personajes.
Tendremos que esperar para ver cómo jugarán con ambos géneros, y si son capaces de ofrecer una historia digna, más allá de este primer episodio.
No es de las peores comedias que he visto, aunque la extraña manía de alargar cada episodio hasta la hora y pico, puede hacer que los espectadores se cansen.
Si hubiera algo de sentido común en la televisión española…Vía