La supermodelo Kate Moss está celebrando su 35 cumpleaños rodeada de familiares y amigos.
Y decimos “está” porque es una fiesta que tiene que durar 4 días, según declara Kate.
Y aunque fuera ayer el verdadero día de celebración, ya el jueves por la noche se la pudo ver cenando con su actual novio (el rockero Jamie Hince) y otra pareja de amigos.
Su desenfreno de fiestas, salidas y derroche ya comenzó entonces, pimplándose botellas de cava por valor de 660€ cada una, y al día siguiente (ayer, viernes) ya estaba lista en su fantástica mansión de St John´s Wood, Londres, para la fiesta medieval que había organizado.
Este fin de semana, según el Daily Mail, la modelo y sus amigos viajarán a París en un Eurostar fletado por el dueño de la marca Top Shop y seguir, de este modo, la megafiesta en la capital francesa.
Esta modelo británica, imagen conocida de Vogue, Cristian Dior, etc, no deja nunca de sorprender.
Parece sobrevivir a cualquier tipo de escándalo (desde la grabación donde se la veía consumiendo drogas hasta el problemático novio Pete Doherty, quien, por cierto, acaba de sacar un nuevo disco, Grace/Wasteland ) y aún así se sobrepone como si nada, sigue posando, ganando mucho dinero y manteniendo su imagen y su caché.
Es envidiable, la verdad.
Mientrastanto, y por contra, su exnovio Pete (éste sí que está acabado) quiere sacar como primer single una canción que se llama Last of the English Roses (¿será una dedicatoria y que no la ha olvidado?).
Me da a mi que tanto como se recuperan unos se retozan en la mierda otros.
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