Inma Cuesta, la actriz más deseada y que participa en la serie Águila Roja, acaba de visitar El Hormiguero.
Se ha presentado espontánea y simpática bajo el titular de Pablo Motos: FHM ha hecho una encuesta entre 700.
000 hombres y han considerado a Inma la mujer más sexy y deseada.
Han hablado de la película El Kaserón, que se acaba de estrenar y en la cual actúa Inma, quien interpreta a una okupa que se enamora de un abogado, todo en tono de comedia romántica.
Parece ser que Francis Lorenzo, durante la rueda de prensa, dijo que Inma tiene el mejor primer plano del Cine Español de los últimos 20 años, comentario que ha dado la vuelta en media España.
Ella ha entrado en el trapo y ha hecho unos primeros planos en clave de humor, haciendo guiños.
Acto seguido han hablado de la serie Águila Roja y Pablo le ha hecho la pregunta que todo periodista le preguntaría a Inma: ¿a qué huelen los pedos de un caballo? Brutal (no es su respuesta, es mi reacción ante tal pregunta); y es que los caballos son muy propensos a las flatulencias.
Sobre los corpiños que utilizan en la serie, Inma nos ha contado los problemas que tienen las actrices con semejante prenda histórica sobre todo cuando de comer se trata.
Con ese canalillo épico todo se llena de migas y cosas que caen cuando comes, solo que a ti se te cae en el plato o, en su defecto, en el suelo y en Águila Roja se te va todo por la entreteta.
Y así ha terminado la entrevista, seria y formal como es habitual, para dar paso a los ejercicios de gimcama y experimentos de Flipy.
Primeramente, Pablo e Inma han salido fuera a practicar un poco de tirolina mientras hacían el chorra y después ha llegado Flipy, a enseñarnos a cámara lenta cómo beben los perros.
Ha sido sorprendente ver que los perros doblan la lengua al revés de los humanos para recoger el agua; como una cuchara pero boca abajo.
Curioso.
Han seguido jugando a las velocidades y la cámara lenta.
Primero hemos visto como una flecha lanzada con arco traspasaba una lata de pepsi, todo a cámara super lenta, y después un disparo hecho con balines a una masa de gelatina.
Lo último ha sido un juego de imanes muy curioso.
Para redondear el experimento, una versión cañí de Rocky le ha propinado un par de puñetazos a Flipy que, vistos a cámara lenta, han sido divertidos por el careto de la víctima y el escupitazo lanzado.
Y fin.
Fotografía