El pasado día 29 se celebró en Barcelona el último casting de Fama Revolution.
He necesitado este tiempo para recuperarme del shock post-traumatico causado por las impactantes imágenes del video, en el que vemos a los futuros concursantes intentando conseguir un hueco en la “maravillosa” escuela de baile de la cadena Cuatro.
Después de las fatigosas ediciones anteriores del programa, aún no me acostumbro a ver en la televisión de mi salón esos cuerpos, intentando copiar los movimientos ortopédicos, poco ortodoxos y de dudable profesionalidad que los “profesores” intentan, y no consiguen enseñarles.
El vídeo no tiene desperdicio.
En la foto tenemos un ejemplo de los esculturales cuerpos que este año se presentan al casting, esperad a verlo en movimiento.
Y que conste que yo soy fan de Botero, pero habría que preguntar a Nacho Duato si comparte los mismos cánones de belleza que el equipo de casting del programa, o si este ha sido uno de los motivos por lo que ha dejado la dirección de la Compañía Nacional.
Viendo las futuras generaciones de bailarines… mejor huir a Rusia.
Cabe decir que al menos todos los aspirantes cumplen con las espectativas del programa, poca ropa, arrítmicos y con el nuevo estilo “limpia el parabrisas” bien aprendido: consiste en mover los brazos delante de la cara lo más rápido posible sin tener en cuenta la música ni el resto del cuerpo.
Estoy impaciente por ver lo que consigue Lola González de estos diamantes en bruto, por los menos va a tener un chico guapo para magrear (el de las culebrillas en los dedos), aunque después de darse una patada en la cabeza como una gamba no sé si le quedaran ganas de ir a la escuela.
