Pues estaba viendo Mujeres y Hombres y Viceversa, a punto de dormirme, porque claro, hoy tocaba Toño, y Toño es la cosas más sosa que ha parío madre, cuado por fin algo ha pasado.
Gracias a Emma García y a su forma de dejarse llevar cada vez más a menudo.
Emma no paraba de picar a Toño para que reaccione, porque está en la parra, balbucea en vez de hablar, y no se entiende lo poco que dice… y no había manera.
Es que el que no sirve, no sirve, y es mono, pero increíblemente aburrido.
Llegó una nueva pretendienta, muy mona, muy pizpireta ella, y le regaló una bufanda del Sevilla, diciéndole además que a ver si iban juntitos al fútbol.
Él es futbolista, no lo olvidemos, tiene oficio y beneficio (dice él).
Emma quería saber qué opinaba Toño sobre la muestra de atención de la chica, y él, con la boca abieta, la miraba con cara d “¿es a mí?” así que, a final, a Emma le ha salido de corazón.
“Toño ¿eres tonto?” Casi me parto de risa.
“Sí, será que soy tonto”.
Y al fina sí tenía qué decir, indignado todo él: “si hablo porque hablo, si no hablo porque no hablo… Haga lo que haga me van a decir algo siempre”.
Pues sí, hijo mío, es que siendo así de pavo y así de sosoman, no hay quién te aguante.
Así que, Emma, tres puntos, colega.
