Carmen quiere tener su momento de gloria otra vez en Mujeres y Hombres y Viceversa y empieza a decir cosas bonitas sobre su tronista Óliver, porque ella lo ama, lo quiere, lo adora, está enamorada, y quiere demostrar su amor sin condiciones y sin egoismo claramente.
Así que lo que le dice a Óliver es que ella quiere que sea feliz sobre todo, que sea feliz y que nadie le haga daño, feliz aunque sea sin ella.
Ya sabéis esas cosas que se escriben en las novelas cutres de amor y que tanto venden.
Además lo dice entre lágrimas.
Óliver y todos se emocionan ante la sensibilidad y la sinceridad de Carmen, porque parece que nadie va a querer a Óliver como ella lo quiere… love is in the air.
Óliver la abraza muy fuerte (como si fuera un teletubbie) y al final la besa y todo, porque con eso que le dice le demuestra “que no es tan niña”.
Otra pretendienta se ha levantado también (Shaily se llama, menudo nombre) diciendo que ella también está triste y también quiere un abrazo.
Y se lo lleva, que Óliver es muy generoso y tiene para todas.
Pedro, el gancho, por participar un poco y justificar su sueldo, empieza a meterse con Jacqueline, diciéndole que él si se cree lo que dice Carmen, pero no se cree sus lágrimas, porque las lágrimas pueden ser muy falsa.
Y Tamara le dice que tiene que tener más aguante y que la ha visto hacer gestos feos sobre Carmen mientras la veíamos en su momento reservado, pero ella dice que simplemente estaba comentando la cita y nada más.
Vicente le quiere dar un consejo a Carmen, y su consejo es que “no haga caso a las tonterías ni a quien las dice”, y Virginia aprovecha para decir que no le vende la moto de que quiere que sea feliz aunque sea con otra.
En fin… todas quieren a Óliver.
