×

Gran Hermano 11: una Melanie alucinada recibe a 3 indígenas

Los guionistas de Gran Hermano 11 se han ganado una parcelita en el cielo este año.
Mercedes Milá, vestida hoy de manzana tentadora, ha dado el pistoletazo de salida de la gala de hoy, dejando sola a Melanie en la casa.

Y cuál ha sido su sorpresa cuando ha visto entrar a dos señores y una señora –o eso dicen…- bajitos y cubriéndose sus partes con algo parecido a un cuerno.

Melanie, muy digna ella, se ha acercado repitiendo de forma nerviosa “encantada”, cuando suponemos que pensaba “¿pero qué leches es esto?”.

Cómo cambia el comportamiento de la gente ante las cámaras.
Me jugaría el sueldo a que en una casa sin pilotitos verdes la niña bien canaria les dice “adiós muy buenas” y se echa unas risas con sus amigos Borja Mari y Froilán (por decir algo…) a costa de los indígenas.
Los indígenas pertenecen a una tribu de Papúa-Nueva Guinea y suponemos que han cruzado el charco a cambio de una buena compensación, porque ese paseíto por el jardín en cueros y en Guadalix de la Sierra -que tiene que hacer un fresquito para morirse… no tiene nombre.

No nos extraña así, que los pobres intentaran pedirle a Melanie que cerrara la dichosa vidriera.
Y trabajo les ha costado, porque la rubia alucinaba con cara de preguntarse qué tipo de broma extraña era esa.
Especial mención haremos a la obsesión de Melanie a enseñarles todo lo que signifique agua: la ducha, el wáter, el grifo del lavabo… No me preguntéis por qué, porque a esta chica generalmente no la entiendo ni mucho ni poco.
Me gustaría algún día discutir con los responsables del cásting de Gran Hermano esa leyenda de que los concursantes superan el coeficiente medio de la población.
Una de dos: o se creen que todo cuela o es mejor que emigremos.
Sea como sea, los indígenas han acabado lavándose las manos… Y, siguiendo con el surrealismo, Melanie, repartiendo jabón.
Colón estaría orgulloso.
Nosotros llevamos a América la cultura latina y Melanie ha aportado a la tribu australiana el jabón de manos.
Peor hubiera sido que los recibiera Arturo, seguro que hubiera acosado a la pobre indígena sin miramientos.
Vía

Lea También