Gerard Butler es un tipo muy guapo; al menos, solía serlo.
Desde que le viéramos en la película 300 como Rey Leónidas y marcando unos abdominales imposibles, Gerard Butler ocupaba un puesto en el corazón de muchas de nosotras.
Era sabido que lo de la película tenía mucho de retoque y pintura; aún así, el fondo era el que era, y el actor prometía convertirse en un sex symbol.
Hasta que se ha puesto en bañador.
De esta guisa está Gerard hoy día, con una barriga cervecera y unas tetillas caídas que le quitan las ganas a una de hacer nada con el escocés.
A él, poco parece preocuparle el haber descuidado su figura, pues se larga a las Barbados, se pone su bañador y al agua que se tira, a practicar zambullidas.
Yo creo que de aquí a nada, será la versión hollywoodiense de Kiko Rivera… ya veréis, ya.
Gerard Butler está gordo y fofoVía