Cuando Estados Unidos ficha a una niña como actriz para alguna de sus películas y ésta triunfa, nadie sabe si, a medida que crezca, será una niña guapa, sexy, talentosa… Está claro que, si la chica “sale bien”, eso supone más dinero para las industrias, pues una chica puede ser guapa y una mediocre actriz, mientras que una actriz feúcha y mediocre acabará -seguramente- trabajando en películas de serie B o ejerciendo otras profesiones varias.
Por suerte para la gran industria, Emma Watson se está haciendo mayor pero para bien.
Sí que es verdad que tiene una belleza un tanto peculiar y que necesita ponerse en manos de profesionales como Carter–Bowman para salir así de espléndida, pero siempre habrá una base sobre la que trabajar, eso está claro.
“¿No estarás insinuando que Emma es fea?” Pues la verdad es que un poco sí.
Es la típica chica del montón, que a algunos resultaría “monina” y a otros directamente inexistente, pero qué pasa, que es famosa, es actriz y forma parte de la saga Harry Potter.
Claro y en botella.
Emma Watson guapa y sensualFotografía