A veces las famosas se ponen unos vestiditos que si se quedan quietas les quedan monísimos, pero que después se tornan complicados, picarones y super incómodos cuando tienen que estar en movimiento.
Jennifer Lopez se vio espléndida cuando se puso el vestido rosa de la foto para ir a una cita romántica que tuvo con su marido, el cantante Marc Anthony.
Pero su escote se reveló, tuvo envidia de la Yola y quiso ser escapista y… pasó lo que pasó.
Como los paparazzi tienen cámaras por todas partes llegaron a fotografiar el momento exacto en el que la cantante y actriz se subió al coche y ¡blup! un pezoncito se asomó a saludar al objetivo.
Como le pasó a Pamela Anderson oye, pero con menos silicona de por medio.
La cena parece ser que era como despedida a Marc que se va a Santa Cruz de la Sierra a cantar en un concierto, donde pidió su suite, seis botellas de un vino exclusivo californiano, unos 350 guardias privados y no convocar a ninguna conferencia de prensa para el concierto.
¿La teta de la López estaría despidiéndose de él?.
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