Desgraciadamente, la segunda temporada de True Blood ya se está acabando.
Después de solucionar el problema entre los humanos y los vampiros en Dallas, parece que nuestros protagonistas van a tener que centrarse en los problemas immensos que está creando Maryann en Bon Temps.
Ahora que la trama de Dallas ha finalizado, podemos decir que es una lástima que Alan Ball la haya tratado de manera tan rápida y tangencial.
Lo cierto es que un personaje como Godric daba para mucho y la sensación es que ha sido algo desaprovechado con su corta aparición en un par de episodios.
Es verdad que su suicidio fue uno de los momentos fuertes de esta segunda temporada pero quizás hubiera sido mejor mantenerlo un poco más en la serie para acabar de comprender la psicología del personaje.
Algo parecido a lo que todo indica que le va a pasar a Maryann.
Aunque, en este caso, sus motivaciones y las teorías sobre las ménades han sido lo bastante abundantes a lo largo de la temporada cómo para comprender mejor lo que quería y porqué lo quería.
La lucha final que parece que veremos en el Season Finale, de aquí dos semanas, será una buena conclusión de su personaje.
Y es que la llegada de creaturas nuevas, y nuevos personajes, en True Blood es quizás lo más destacado de la segunda entrega.
De esta forma, los creadores le dan más complejidad al universo de la serie y evitan limitarse a tramas clásicas de intriga o sentimientos.
Lo mismo pasa con las intrigas que estamos empezando a ver en el seno de la comunidad de vampiros.
En este sentido, la aparición de Sophie-Ann, la reina vampiro, de Godric o de otro cambiaformas (Daphne), resulta muy interesante para crear toda una mitología y un universo propio.
Esperemos que todas estas novedades se mantengan en la tercera temporada de la serie.
Personalmente, apuesto que aparecerán los hombres lobo…Lo cierto es que los dos episodios antes del Season Finale son un poco repetitivo y parecen ser más una preparación a la conclusión final o una presentación de algún nuevo personaje.
Y es que, en los dos, vemos más o menos lo mismo.
Un pueblo ocupado por gente loca y depravada en busca de Sam Merlotte para el sacrificio final.
Además, la salvación de Tara, a manos de Sookie y Bill, dura poco y parece una excusa para ganar tiempo.
Lo mismo pasa con el viaje, casi simultaneo, de Bill y Eric a la reina de los vampiros para pedirle cómo acabar con la ménade.
Unos pasos previos para lo que parece ser el gran enfrentamiento final entre Sookie, los vampiros y Maryann.
Y todo parece indicar que va a valer la pena.
Pero para eso, habrá que esperar un par de semanas.
Mientras tanto siempre se pueden volver a ver las delirantes intervenciones de Rambo-Jason que son las que han dado más juego en estos dos episodios un tanto sosos.
Fotografía
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