El último capítulo de Sin tetas no hay paraíso terminó con una mano misteriosa asfixiando a Catalina (Amaia Salamanca).
Según la promo del nuevo y último capítulo de la temporada que os ofrecemos a continuación, alguien la secuestra y se la lleva en un coche.
Su conductor, y también secuestrador de Cata, pierde el control del vehículo y termina teniendo un accidente.
Ella consigue salir del coche, pero cuando lo hace cae al suelo afectada por el fuerte golpe que ha recibido.
Después, despierta ya en el hospital y le dice al médico que no recuerda nada de lo que pasó.
Más tarde, la policía encuentra el coche y dentro de él descubre una maleta con ropa de mujer y con el pasaporte de Catalina.
La Roca (Manolo Cardona) se queda de piedra cuando acude al hospital con su documentación y el médico le asegura que Catalina ha estado allí.
El policía sabe que su chica está viva pero no sabe dónde.
Cata, por su parte, vuelve al barrio y allí se reencuentra con Vane (Xenia Tostado) y con Cris (Thaïs Blume).
Les explica que tuvo que fingir su muerte porque su vida corría peligro y que la única que podía ayudarla a hacerlo era Jessi (María Castro).
Vane se siente fatal porque últimamente ha tratado muy mal a la pelirroja, e incluso a llegado pensar que fue ella quién mató a Catalina.
Por otro lado, Catalina se reencuentra con La Roca y le dice que tiene que ayudarla a proteger a Jessi, porque está en peligro al lado de Mejía (Juan Alfonso Baptista).
Ambos, junto a Cris y Vane, acuden al Ginger para poner a Jessi sobre aviso de las intenciones del mexicano.
Ésta les dice que primero va a intentar librarse de él, sin embargo, éste parece bastante pesado con ella.
Entonces aparece por el club Pablo (Fernando Andina) y le pide a Mejía que la deje en paz.
El narco se pone furioso y le pega un puñetazo.
Acto seguido Jessi le pide a Pablo que se marche de allí.
En cuanto a Vane, va a hablar con la policía y confiesa que Mejía mató al Moreno (Alex García) porque éste había perdido un importante cargamento de droga.
La inspectora Rueda (Ana Álvarez) y sus hombres van al lugar de los hechos y descubren el cuerpo del Moreno y también el de Sandra Barrio (Miriam Giovanelli).
Cuando buscan a Mejía para detenerlo por doble asesinato, a este parece habérselo tragado la tierra.
Por último, en el hospital, Mejía secuestra a Jessi a punta de pistola para escapar de la policía, pero en el parking logran dar con él y le dejan sin escapatoria posible.
Después le llevan a comisaría, pero éste consigue escapar y quitarle la pistola a un policía.
En busca de venganza, va a casa de Pablo y le apunta con la pistola dispuesto a matarle.
Jessi ve lo que está a punto de ocurrir y sale corriendo para intentar salvar a su novio…Vía
