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Person of Interest: El retorno de Michael Emerson en una serie que no es lo que esperábamos

La cadena CBS está especializada en series procedimentales, que nos muestran como un equipo de investigadores investigan y atrapan al malo de cada semana.
Este equipo puede estar compuesto por un grupo de forenses, una pareja con tensión sexual no resuelta, o bien, un millonario y un ex-militar, como es el caso de Person of Interest.

La serie producida por Jonathan Nolan, bajo el auspicio de Bad Robot, tenía unas premisas interesantes, que nos iba a hacer disfrutarla mucho.
Un millonario filántropo, que intenta salvar la vida a posibles víctimas de un crimen terrible y un ex-militar que tiene tantos secretos en su pasado como el primero, se unen para hacer realidad esa misión.

Llegó el piloto y lo vimos con atención, dispuestos a comprobar si esa maravilla informática era tan asombrosa como esperábamos y nos traía historias interesantes, personajes sólidos y una serie que valiera la pena.
Por desgracia, nos encontramos con una más, un procedimental que no acabó de gustar en su piloto, pero que nos forzaba a ver un poco más antes de abandonarla.

Para comenzar, la historia que cuenta en el piloto no está mal.
Se presenta la relación entre el millonario, interpretado por un fantástico, como siempre, Michael Emerson y Reese, Jim Caviezel, el que se convertirá en la mano ejecutora de la misión que se autoimpuesto Finch.
Pero…Se supone que es el episodio de introducción, el que nos pone en situación y nos explica de qué va todo esto.
El que nos presenta las motivaciones de uno y otro, y sobre todo, pone sobre la mesa los misterios por donde se moverá la serie a partir de ahí.
Pero en eso, falla.
El piloto funciona en este aspecto, pero surfea muy superficialmente sobre todo ello.
Los personajes son algo planos, les falta profundidad, y creo que uno de los principales errores es lo poco que se ha trabajado en el misterio del personaje de Emerson.
Pocos actores dan tanto juego para lo oculto, las maquinaciones oscuras y las segundas intenciones con él, aún y cuando se tire del recuerdo de Ben Linus.
Los personajes secundarios se sitúan en la línea de salida, preparando su papel en futuros casos y aunque no se sabe aún como actuarán frente a lo que comienza en este episodio, se adivina una progresión muy lineal y previsible.
Y con los siguientes episodios se confirma esta sospecha.
Pese a todo lo que se prometió, continúa siendo un procedimental más y no ofrece todo lo que su potencial promete.
Y eso es algo que me alegra.
Las cadenas suelen ser muy exigentes en cuanto a contenidos, y posiblemente dirigieron a Nolan hacia una dirección que puede torcerse en cualquier momento.
Torcerse hacia lo interesante.
Algo de eso parece estar viéndose en los últimos episodios emitidos.
Hay series que, una vez funcionan, gozan de cierta libertad para que los guionistas y productores para moverse con menos presión y desarrollar la ficción tal y como se planteaba al principio.
Esperemos que los directivos de la cadena dejen que los guionistas se explayen y nos ofrezcan lo que nos prometían.
Por ahora, la serie es un procedimental, como tantas hay en la cadena.
No obstante, tiene interés, si me permites la palabra, pero todavía le falta un empujón que le sitúe en la primera línea de las grandes series de la cadena.
La apuestas es grande y los resultados, han de serlo también.

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