Estupor entre los concursantes de Pekín Express al saber que Miriam y Carla son las expulsadas de la jornada.
Las parejas conservaban la esperanza de perder de vista a Alazne y Meritxell.
Pero los sueños, sueños son, que decía Calderón.
Y la realidad es que madre e hija van a seguir amargando la existencia al resto de competidores, especialmente a Fran y Merino y a Carles y Silvia, su eterna detractora.
La mitad del grupo ni ha felicitado a las ganadoras e incluso han coreado con las perdedoras el típico “campeones, campeones”.
Mientras, Alazne nos obsequiaba con esa galería de muecas a las que nos tiene acostumbrados.
Su madre, Meritxell, denunciaba una presunta campaña por parte de Carles y Silvia para desprestigiarlas.
Ya estamos con las dichosas teorías de la conspiración.
Qué pesadez.
Hay que añadir que Alazne ni sabe perder ni sabe ganar.
Ha llegado a la sala donde se reunían con todos los compañeros con toda la prepotencia del mundo y provocando al personal.
Qué contentos deben estar en el barrio de esta niña al haberse librado de ella por unos meses.
La bronca perpetua de Alazne y Meritxell seguro que no acaba aquí.
El programa nos ha adelantado unas imágenes en las que parece que Alazne da una patada a Silvia, y ésta más tarde se la devuelve con un bofetón de película.
Esperaremos ansiosos al domingo, porque esto huele a escándalo.
Queremos dedicarles estas últimas líneas a la pareja que abandona la aventura: Carla y Miriam.
Dos chicas desconocidas que han conseguido formar una pareja sólida, a pesar de ser tan diferentes.
Con su punto freak, con su cosita pija, pero dejándose el tipo manteniendo el buen rollo.
Otras debieran aprender.
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