Raúl se cabrea con Ali porque no confía en él.
Ha estado todo el programa diciendo que Raúl está con otra, con Sandy, que es la nueva pretendienta que Raúl ha pedido.
Como él la ha pedido parece que todo el mundo cree que están juntos.
Ali ha pasado medio programa con él buscando una prueba cotilleándole el facebook, pero ahí no ha encontrado nada.
Menuda paciencia que tiene Raúl… ya había contado que la conocía, cómo quedaron, cómo se conocieron.
No entiendo a qué viene esto.
Ali sigue sin creerse nada, pero nada de nada, y tiene muy mala cara, así que Raúl le dice, tranquilamente, “yo he hecho todo lo que está en mi mano, yo no puedo hacer más, si no confías en mí, vete” (¡ole Raúl!).
Y ella se levanta para decir que no le gusta todo esto, pero pinta mal.
Y es que ella lo está pasando mal.
”Y sigue el tira y afloja.
Emma tiene ganas de movidas (creo) así que pide que las demás pretendientas hablen.
Sandy, que es la acusada, comenta que no se defiende porque él está diciendo la verdad y nada más y que cuando quedó con él aquella vez (cuando se conocieron) ella estaba quedando y conociendo a otro chico.
Total, que al final resulta que Sandy sí tiene el móvil y lo va a enseñar.
Raúl está molesto por la falta de confianza que demuestran sus pretendientas.
La pobre Sandy acaba enseñándoles el móvil a todas las pécoras (perdón por posicionarme así, no puedo evitarlo) y Raúl flipando le dice que se vaya dentro, y que no tiene por qué enseñar el móvil así a todo el mundo.
Con lo que flipo en colores ya es con que parece que no tiene ningún mensaje en el móvil que sea de Raúl, y va Miriam y dice que hay personas que guardan el teléfono de algún conocido con el nombre de otra persona “camuflados”.
Se cree el ladrón, diría yo… Raúl sale para ver lo que pasa diciendo que se siente humillado, cabreado, y Oliver y él vuelven a encararse en plan mal, vamos, que parece que se van a pelear.
Miriam comenta: “mensaje del 15 de mayo.
Acabo de ver tu mensaje, eres un cielo, yo también pienso mucho en ti, estoy con mi madre y mi mejor amiga, tengo ganas de verte, un besote mi cielo”.
Y Raúl lo acepta, dice que sí habló con ella (lo ha dicho siempre), como amigos, “yo no sé lo que tiene esto de malo, en otros mensajes se lo he dicho, si no entras aquí no vamos a tener nada, después de ese mensaje no hay nada más”.
Es una y otra vez lo mismo, porque no ha faltado al trono, ni se ha visto con nadie fuera ni nada.
Y sigue Ali molestando (que la eche ya, por pesada) comentando que por qué no está el mensaje recibido.
Deberían estos de ver mi móvil, la de mensajes que hay salteados, borrados y guardados sin ton ni son… menuda panda.
Al final Ali abandona con una frase que parece que tenía preparada: “no me voy porque no me importas, me voy porque me importas”.