Para que no os pongáis verdes de la envidia de ver cómo las celebrities más cañones triunfan en cine y televisión, hoy vamos a destapar su pasado más oscuro, y los retoques y metamorfosis por los que han tenido que pasar para transformarse de meras orugas en llamativas crisálidas.
La primera a la que le daremos un poco de caña es a Patricia Conde, que le tenemos ganas.
Hay que reconocer que la presentadora no ha abusado del bisturí, y que sus únicos retoques han sido arreglarse esos dientes incisivos (los tenía más separados que Valencia y Portugal), y gastarse una pasta en estilistas que le dicen cómo vestir, cómo maquillarse y que la enseñaron a dejar de depilarse las cejas como si no hubiera un mañana.
Otra a la que le tenemos ganas es a Elsa Pataky, por aquello de que encarna la fantasía por excelencia de la mayor parte de la población masculina de este país.
Chicos, no os engañéis, con los más de 30.
000 euros que ella se ha gastado en cirujía plástica, todas podríamos pasar de ser aquella rubia peliteñida y regordeta de ‘Al salir de clase’, a convertirnos en la nínfula de tetas operadas, mejillas postizas y naricita respingona que es ahora.
Y por cierto, Elsa, sabemos que cuando posas en los photocalls te encanta ponerte con el culito en pompa para amortizar esa lipoescultura a la que eres tan adicta…Famosas antes y despuésPoco o nada queda en Paz Vega de la sevillana graciosa que comenzó sus andanzas en ‘Siete vidas’: mamoplastia, retoques de nariz y pómulos… Pero vamos, que ella se puede permitir todo esto y más, ya que se rumorea que cobra unos 50.
000 euros sólo por poner un pie en cualquier alfombra roja.
El cambio de Pilar Rubio obedece más a los estilistas que a los cirujanos, ya que la reportera, en sus inicios, era más bien choni y ahora ha evolucionado a un estilo pin-up de lo más sexy.
Lo de Paulina Rubio en cambio sí que es más evidente que se debe a sus múltiples pasos por quirófano, hasta el punto de que si la ves en fotos de hace diez años, parece una prima lejana suya más que ella misma.
Rinoplastia, liposucción de la grasa de la cara y aumento labial son algunos de sus pequeños retoquitos.
En resumen, que con dinerito todos podemos tener el cuerpo perfecto.
Y ojo, que yo lo veo genial.
Más rabia que las celebrities que se operan me dan las que abogan por la “belleza natural” y luego llevan mechas y uñas de porcelana.
La artificialidad no está sólo en el bisturí, y a las que se oponen tan radicalmente les diría que dejasen de depilarse las cejas un par de meses.
Eso sí que es natural.