Sólo alguien como Pink sería capaz de realizar la hazaña de, no sólo subirse a un trapecio y montar una coreografía circense total, sino de cantar al mismo tiempo y sin desafinar ni una sola nota.
Sin embargo, tantas artes gimnásticas acaban pasándote factura, y más que una cantante femenina y sexy, Pink empieza a parecer cada vez más un armario con las puertas abiertas.
Todo va en cuestión de gustos, seguro que los hay que les da morbo con esos brazos tan musculados, pero a mí las chicas me gustan más con curvitas.
Encima y para colmo de males, a la chica le ha dado por utilizar un vestuario que es, mitad de patinadora sobre hielo, mitad acomodadora del Circo del Sol, con tintes de stripper y sobreexceso de lentejuelas.
Casi que la prefiero en plan chicazo, con camiseta blanca y vaqueros anchos.
Me hacen una gracia especial los cubrepezones, no sólo porque sean una horterada, con esa forma de corazón, sino porque viendo lo plana que se ha quedado la pobre, tampoco es que le hagan mucha falta.
Menos mal que, teniendo en cuenta como canta, se lo perdonamos todo.
Pink y sus cubrepezones con forma de corazónA lo mejor lo de ponerse estos modelitos tan “difíciles” es para que no le vuelva a pasar lo de coincidir con el mismo vestido que otra en ningún evento, como le pasó en los MTV VMA.
Como bonus, te dejo este vídeo de uno de sus entrenamientos de trapecio.
Fotografías
