Esta mañana el plató de Ana rosa ha estado muy calentito, ya que ha acogido el encuentro frente a frente de Liz y Nani, exconcursantes de Gran Hermano 10.
Antes de que tuviera lugar el tan esperado encuentro, Mercedes Milá se ha dejado caer por allí para dar su opinión sobre algunas de las cuestiones que se discutirían más tarde.
La periodista ha dicho que presentar Gran Hermano es más difícil cada año que pasa, porque los concursantes se rebelan más.
Que entiende que Nani y Liz no puedan reconciliarse por el momento, porque nadie está preparado para escuchar todo lo que se dice de él a sus espaldas, y ellas se han dicho cosas muy fuertes por detrás.
Mercedes además, y en contra de las expectativas de Lecquio, apoya sin dudar a Liz en la trifulca con Julito, y defiende que ella no tiene la culpa de que el chico intentara meterle mano, por muchos escotes que ella se ponga.
Instó también a la revista Interview a que le haga unas fotos al miembro viril del susodicho, para que todos los telespectadores podamos comprobar si de verdad lo tiene tan negro como dice.
Cuando por fin ha aparecido Nani, el plató se ha transformado por arte de birlibirloque en el peor de los gallineros.
Todos vocifereban, Belén Esteban, Lecquio, las grandes hermanas, exponiendo sus argumentos de defensa las unas, y explicando su apoyo a ellas los otros.
Resulta curioso y un poco degradante recordar que el verdadero origen de esta disputa de gatas en celo, está en un hombre, Orlando.
Nani dice que le hizo el vacío a Liz porque no le gustaba, porque desde el principio le pareció una persona muy falsa dentro de la casa, porque no le parecía una persona sincera.
Pero todos sabemos que fue porque Liz se chivó a Carlos de que Loli se quería enrollar con él.
Lo sé, lenguaje y temática propia de patio de recreo de instituto, pero qué se le va a hacer…La teoría de Belén Esteban, que de vez en cuando abría los ojos y soltaba alguna frase inconexa o improperio para justificar su sueldo de tertuliana, es que Nani, Loli y Gisela tenían envidia de Liz.
Textualmente le ha dicho: “Tú has sido la falsa.
No habéis parado de criticarla porque le teníais celos”.
Menos mal que Nani no se ha mordido la lengua, porque habrían tenido que llamar al Samur para salvarla del envenenamiento.
Todo esto ha salido de su boquita: “A mí no me gustaste, tía, y como no me gustas, no quiero saber nada de ti, ni dentro ni fuera de la casa.
Además, has quedado fatal como mujer.
Yo me acosté con un tío dentro de la casa (recordemos que sí, que hubo edredoning), y estoy muy orgullosa porque fue sólo con uno, pero es que tú te hubieses acostado con todos… Y todo el rollo con Orlando lo has hecho para fastidiarme, lo has hecho por venganza”.
A lo que Liz, ni corta ni perezosa, ha dicho muy resuelta: “Pues sí, porque me enteré de todo y dije ojo por ojo, y diente por diente”.
Y yo ya estaba que saltaba de la emoción en el sofá, porque veía cada vez más cercano el momento en el que se engancharían de los pelos y un asistente del programa saldría a echarles cubos de barro por encima.
Pero por desgracia la cosa se ha calmado un poco y Nani ha hecho sus conclusiones: “Orlando, con su comportamiento dentro de la casa no me ha demostrado ningún compromiso, aunque está claro que siempre he sentido algo por él.
Cuando salga ya veremos, porque yo no tengo ningún tipo de relación con Marco”.
Y Liz nos ha contado que le tiene mucho cariño a Orlando como amigo, y que sabe de buena tinta que el corazoncito del chico late por una desconocida que no es Nani, porque lleva puesto un anillo de esa chica misteriosa.
A ver si ahora va a resultar que el feriante tiene novieta.
Esto se pone cada vez más interesante… Para tocarle la fibra sensible, le han puesto a Liz las fotos que se han publicado recientemente de Íñigo, su novio, y la dominicana no ha podido evitar emocionarse y echar unas lagrimitas.
Porque ella tiene también su corazoncito.
Cuando les han preguntado quién querían que fuese el ganador, Liz ha seguido manteniéndose diplomática y diciendo que los tres se lo merecen (al final resultará ser medio inteligente la chica), pero Nani no ha parado de gritar a los cuatro vientos que no le gusta Iván, y que el que tiene que ganar es su Orlando.
De hecho, cuando ya había despedido Ana Rosa el programa, antes del fundido a negro, hemos oído a Nani vociferar: ¡YO QUIERO QUE GANE ORLANDO-ORLANDO-ORLANDOOO! Tranquila bonita, que esto no es un partido de la selección.
Fotografía