Amor, amor, amor….
eso es lo único que puede salvar a Britney Spears.
Cuando Britney aparece con Jason Trawick es otra persona, la sonrisa aflora a sus labios, se dulcifican sus gestos y hasta parece que el pelito se le peina.
Esa es la Britney que a mí me gusta ver, y no la loca que aparece a veces dando miedo con nidos en la cabeza.
Pero claro, es que está en Hawaii; decidme por favor quién puede estar en Hawaii con el agua por la cintura y el hombre que le gusta y no parecer espléndida.
Ya no está gorda, ahora tiene un cuerpazo (acorde a su edad, que los 17 quedaron atrás) y lo luce sin complejos cada vez más amenudo.
Oye, y qué guapo el Jason este ¿no os parece? En fin… espero que dure este momento de fresa y caramelo dulzón para la que fue princesa del pop… me parece que mientras siga rubia todo está ok, que cuando se descentra se pinta de morena el pelo o se lo rapa y eso es señal de alarma.
Mirad los tortolitos dándose arrumacos.
Love is in the sea.
Britney Spears y sus pezoncillos salvajes le dan amor a su novio en bikini en la playaVía