Últimamente, Maite se pasa el día a moco tendido en Mujeres y Hombres y Viceversa.
Cuando no descubre que sus pretendientes la llaman gorda a sus espaldas, se le va alguno de sus pretendientes favoritos.
La semana pasada, Iván –su preferido- escuchó la enésima crítica hacia él porque parece que nadie se cree que esté interesado en la tronista y él se hartó y se fue, al parecer con ánimo de no volver.
A Maite le ha sentado fatal lo ocurrido y se ha quejado a lágrima viva que la gente no le dejara juzgarlo a ella y que hayan provocado que el chico que más sentimientos le despertaba se haya ido porque no soportara más las críticas gratuitas.
La tronista además cuenta que duda mucho de que Iván vuelva.
Entre sus compañeros, Emilio (el pretendiente del que surgió una confidencia la semana pasada) le ha defendido, asegurando que no podía decir nada malo de él porque le ha ayudado cuando no tenía por qué.
Y Pipi se ha unido a las alabanzas, convirtiendo al “chico malo” hasta ahora en el bueno de la película.
Seamos sinceros: no hace falta ser demasiado mal pensado para imaginarse que esto es un lavado de imagen en toda regla de Iván después de sus insultos a Silvia.
¿Será que es finalmente el elegido? Parece que las chicas no tienen muy buena audiencia así que no sería extraño que forzaran una final próximamente.
Finalmente Iván ha vuelto a plató y Maite se ha fundido en un abrazo con él, emocionada porque hubiera vuelto.
Ella le ha soltada el discursito (menudo peloteo…) de confianza en él y defensa a muerte ante las críticas.
El favorito es cada vez más evidente.
Sin embargo, el pretendiente ha advertido que si las cosas siguen así, podría abandonar el programa.
