Si ayer mismo publicábamos los retoques de Photoshop a los que tuvo que someterse Scarlett Johansson en su campaña publicitaria para Möet & Chandon, ahora para que contrastéis, os mostramos unas instantáneas de la diva paseando por las calles de California.
El atuendo deportivo, formado por mallas de esas que acabas usando de pijama, sudadera gris destrozada a golpe de lavadora y “discretísimas” (modo irónico: on) deportivas, dista muchísimo de los glamourosos modelitos en los que solemos verla enfundada normalmente.
Del pelo mejor ni hablar.
Bueno venga, va, sí que hablo, no puedo evitarlo.
Aparte de ese color caoba que no hay ni por dónde cogerlo (la prefiero oxigenadísima, que queréis que os diga), no había ni rastro de ese volumen al que nos tiene acostumbrados, a lo mejor porque no estaba todo lo limpio que debiera, y porque lo llevaba estirado en una coletilla.
Completaban el conjunto unas gafas de sol y una gorra con las que la actriz pretendía sin éxito pasar desapercibida.
Quedaba patente que está perdiendo peso, por mucho que eso duela a sus fans, que la adoran con su silueta curvilínea.
El motivo parece ser que es la preparación para su próxima película, Iron Man 2, en la que interpretará el papel de una espía rusa algo menos neumática que ella.
Con lo que a mí me gusta esta chica y su particular cruzada contra las actrices anoréxicas, pero cuando una es una estrella y vive de su estatus, tiene que mantenerlo hasta para ir a tirar la basura, o para entrenar, si es que es eso lo que estaba haciendo en ese desafortunado momento.
Que no digo yo que corra con stilettos, pero que se compre conjuntitos deportivos más monos, que haberlos “haylos”…Vía