Una de las cosas buenas de ser Paris Hilton es, que como se nota que eres muy tonta, cuando te tienes que hacer aun más la tonta para declarar en un juicio, tampoco desentonas excesivamente.
La productora Worldwide Entertainment Group la ha demandado porque por lo visto la heredera no promocionó debidamente la película Pledge this, en la que Paris además de actuar constaba como productora ejecutiva (qué valor tuvieron).
Dicen que por su culpa han perdido más de seis millones de dólares que ahora le reclaman mediante una demanda.
Paris dice que está agotada de tanto trabajar, y que promocionó la película todo lo que pudo, pero que no sirvió de mucho.
Su representante la defiende incondicionalmente: No ha tenido un día libre en años.
Su jornada de trabajo empieza muchas veces a las seis de la mañana con sesiones de peinado y maquillaje – Jason Moore (traducción libre).
Qué duro todo para la pobrecita.
¿Qué sabrán los obreros de la M-30 lo que es trabajar, teniendo ella que madrugar tanto para que la peinen? Pero lo mejor de todo han sido las declaraciones de la rubia cuando le han preguntado por qué no contestaba a las llamadas de los productores de la película, y que por qué no podía aportar facturas telefónicas o una agenda que justificase dónde había estado: Todas las oportunidades que he tendido, cualquier alfombra roja, entrevistas, si estaba haciendo promoción de otro producto, siempre sacaba la película a relucir.
Hice todo lo que pude (…) No estoy segura de cual es la labor de un productor, supongo que ayudar a elegir gente ‘guay’ en el reparto (…) Pierdo mi teléfono continuamente.
Suelo tener que cambiarlo cada dos semanas.
Nunca he visto una de mis facturas, no sé ni quién las recibe, supongo que quien sea que pague mis facturas.
Nunca pregunto esas cosas (…) No tengo agenda, para saberlo tecleo mi nombre en Google y me dice donde estuve el día anterior – Paris Hilton (traducción libre).
No tiene desperdicio.
Pero claro, hay que tener mucho morro y cara de tontita viciosa, además de ser la heredera de una inmensa fortuna, para poder decir esto delante de un tribunal y quedarte tan ancha.
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