Sara Carbonero sigue recuperándose de su operación de cirugía de pecho para implantarse más volumen, así que Iker Casillas, como buen novio amante y sacrificado no la deja ni a sol ni a sombra.
La recoge del trabajo, la acompaña cuando puede y esas cosas.
Aquí los tenéis a la salida de Telecinco la semana pasada.
Iker pasó a por ella y la esperaba con cariñitos dentro del coche.
Siempre parece que es él el que da más amor en público.
Por lo visto, cuentan los que tienen cerca a Sara, que la pobre no aguanta más que los periodistas la persigan.
Dicen que al llegar a casa, los periodistas les seguían haciendo fotos, entonces Iker perdió la paciencia y empezó a gritar a los periodistas “Dejar en paz a Sara!” Una fuente cercana a Sara ha declarado que Sara parece incapaz de relajarse, que en el trabajo está “cada día más retraida”… pobre mujer, tan acosada.
Espero que se relajen las cosa, aunque por ahora, mientras no deje ver sus dos nuevas razones, no habrá tregua, y los últimos días ha salido en la tele muy tapadita.
Iker Casilla y Sara Carbonero: besito y mimos en el coche