Ya anunciamos hace poco que el príncipe Guillermo de Inglaterra estaba yendo muy serio en su relación con su novia Kate Middleton, con la que ya está teniendo planes de boda.
Y como buen chico, sabe que tiene que ganarse la confianza y la aprobación de sus suegros, ya que por mucho que sea un principito, una hija siempre seguirá siendo una hija.
Y la verdad es que sus suegros pocas quejas podrán tener de él, sobretodo después de que Guillermo les cediera sus asientos en primera clase en un avión con destino a los Alpes franceses.
En su lugar, él ocupó con su novia, sitios en turista.
A pesar de que lógicamente estuviese presente su servicio de seguridad, los dos pasaron como dos pasajeros cualesquiera (teniendo en cuenta de que todos conocemos a William y que sabemos que por mucho que se diga que le tratan como a una persona normal, el principito siempre será hijo de papá y el heredero a la corona).
Entre los demás también se encontraban su cuñada Pippa y el resto de sus amigos.
Algo que resulta curioso a raíz de esta noticia es que se ha sabido que Guillermo de normal viaja con la compañía Bristish Airways, y siempre en primera clase.
Sin embargo, últimamente y debido a la mala situación económica por la que anda pasando el mundo entero, y que al parecer también ha afectado al Buckinham, el futuro heredero evita malgastar dinero y opta por sentarse en turista.
Si es que al final será cierto eso de que la crisis nos llega a todos, hasta al más rico.
Y si no es así, me parece muy bien que tenga ese gesto de acercamiento a la gente del pueblo.
Este chico siempre me gustó, y no el rarito de su hermano.
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