El episodio de esta semana de Castle, el especial de Halloween, ha sido bastante más entretenido que los capítulos de las pasadas semanas, en los que los casos eran bastante sosos o demasiado complicados, y en los que los personajes no brillaban todo lo que cabía esperar.
Pero esta semana, nada más comenzar el episodio, hemos tenido ocasión de vivir uno de esos grandes momentos que hacen las delicias de todo seriéfilo y sobretodo, de los fans de Nathan Fillion.
Y es que, nada más comenzar este Vampire Weekend, hemos podido ver a Fillion metiéndose en su antigua indumentaria del Capitán Malcolm Reynolds, protagonista de la serie de Joss Whedon, Firefly.
La conversación al respecto de su atuendo que mantiene con Alexis, la hija de su personaje Rick Castle, es también legendaria (podéis ver un fragmento en el sneak peek que os incluimos al final de esta entrada), y su comentario posterior sobre Buffy (serie en la que también apareció) completó este gran momento Castle-Reynolds.
A parte de los disfraces, el crimen de esta semana ha sido de lo más peculiar: un joven con colmillos de vampiro y una estaca clavada en el corazón, aparece muerto en un cementerio.
Esto llevará a Castle y a Beckett a sumergirse en la comunidad fetichista vampírica de Nueva York, pasando como siempre de sospechoso en sospechoso hasta descubrir al culpable.
Las apariencias siempre engañan, y ni un enfermo de porfiria con alucinaciones y delirios resulta ser el culpable por mucho que las pruebas apunten hacia él; tampoco lo será un amigo de la víctima con la que esta trabajaba creando una novela gráfica y que aparece disfrazado de hombre lobo; ni tampoco lo será su amiga chupa-sangre y diva de la comunidad vampírica.
Finalmente, todo queda en casa, y la familia, una familia en apariencia normal y correcta, esconde un macabro secreto que pronto verá la luz gracias a las agudas dotes de observación de Richard Castle.
Y una vez el caso está cerrado, llega la hora de celebrar Halloween, con una gran fiesta en casa de Castle, en la que hemos podido ver a todos los personajes de la serie disfrazados, y a Beckett tomándole el pelo a Castle, con un disfraz en apariencia muy sexy que esconde una sorpresa.
Pero, pese a todos los intentos de que surja la química entre ambos, sigue sin convencerme esta presunta tensión sexual que quieren crear entre Kate Beckett y Rick Castle; sigo sin ver a la actriz Stana Katic demasiado desenvuelta en el papel.
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