En el capítulo que emitió ayer La Sexta de la cuarta temporada de Bones la víctima es el escultor Geoffrey Throne, un artista contemporáneo cuya obra se basaba en la conversión de coches en chatarra como imagen de la sociedad que destruye el alma de la personas.
Este episodio, además de debatir sobre lo que es arte y lo que no lo es, sirve para que Ángela recupere una antigua amante de su pasado.
El caso que llega hasta el Jeffersonian esta semana traerá con él un saco de complicaciones porque los científicos no podrán manipular y analizar los huesos de la víctima con libertad ya que forman parte de una obra de arte de un gran valor en el mercado.
¿Arte y ciencia serán capaces de darse la mano? A priori están en competición porque mientras para los ojos científicos (y de mucha parte del público) lo que tienen ante ellos es sólo un coche comprimido sin ningún valor estético, la agente de la víctima se preocupa por conseguir una orden judicial que garantice el estado intacto de la gran obra del escultor Geoffrey Throne.
Y es que la primera hipótesis es el suicidio.
Se apunta que el artista haya querido hacer su gran y última obra convirtiéndose él mismo en objeto artístico.
En el lenguaje artístico no suena tan descabellado.
Debemos tener en cuenta que existen casos reales de artistas que se han querido poner a ellos mismos como obras.
Es el caso, por ejemplo, de Piero Manzoni que presentó al público las cajitas de “Merda d’artista” con sus propias heces.
Pero nada de estas teorías convence a los investigadores, que a pesar de las altas cantidades de medicamentos que han encontrado en el cuerpo de la víctima, descubren que es un asesinato.
Se apunta como principal sospechosa a la ayudante del artista, Roxie Lyon.
Y ésta será otra de las complicaciones del caso, ya que se mezclará el terreno personal en la investigación por ser la antigua novia de Ángela.
Esto dará pie a hablar sobre la homosexualidad de la dibujante del laboratorio, sobre su incapacidad para comprometerse emocionalmente con alguien y su necesidad de pasar página de la ruptura con Hodgins.
En todas estas cuestiones el confidente y consejero será evidentemente el joven psicólogo del laboratorio, el doctor Lance Sweets.
Finalmente, y tras muchos esfuerzos por parte de Ángela por aportar pistas que exculpen a su ex novia, la investigación concluye que el artista fue asesinado por su propia agente sin que el arte tenga mucho que ver con en todo ello.
El móvil de la asesina no será la consecución de la fusión del artista con su obra sino conseguir dinero para su tratamiento de cáncer y no hay manera más rápida de hacer aumentar el precio de mercado de la obra de un artista que su muerte.
En este capítulo de Bones la rotación entre los aprendices de Brennan continúa y ha vuelto al laboratorio la insoportable candidata Daisy Wick.
En el primer episodio en el que apareció, el tercero de esta temporada, ya vimos que a pesar de ser insoportable para todos los miembros del laboratorio se había creador una química especial entre ella y Sweets.
En el final de este episodio es el mismo psicólogo quien llevará a cabo la misión de despedirla y será en ese momento cuando harán público su romance.
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