El último capítulo de Sin tetas no hay paraíso nos dejó con la boca abierta cuando Jessi (María Castro) se vistió de Daniela (Yuriria del Valle) para disparar a Cata (Amaia Salamanca) a bocajarro.
Aún así, no sabemos si éste es el final definitivo de la protagonista o si se trata tan sólo de un plan ideado por Jessi, Pablo (Fernando Andina) y ella.
A juzgar por la promo, sí parece que esté muerta, ya que Jessi notifica a Mejía (Juan Alfonso Baptista) que Cata a muerto de camino al hospital.
Después, Pablo le comunica al resto de sus amigas la noticia, y éstas lloran desconsoladas su muerte.
Quesada es quien le da la noticia a La Roca (Manolo Cardona) y éste no puede creer lo ocurrido.
Además, le reprocha a Jessi que le tendiera una trampa con los 100 kilos de coca.
Destrozado por la muerte de su novia, va en busca de Mejía dispuesto a matarle, sin embargo, la nueva inspectora le impide llevar a cabo ninguna acción fuera de la legalidad.
Cuando Mejía es acusado por el asesinato de Cata, éste se declara inocente.
Además, cuando se analizan las pruebas del arma, éstas apuntan a que fue una mujer la que realizó el disparo, concretamente, Daniela Mejía.
La Roca sabe que eso es imposible porque fue la propia Cata quién la mató, sin embargo, no puede confesar que él mismo tapó ese asesinato.
Aún así, el policía le advierte al narco que acabará con él y con sus cómplices.
Por último, Jessi también corre peligro de muerte, ya que vemos como Mejía la lleva a un bosque y le hace ponerse de rodillas mientras él la apunta por la espalda con una pistola.
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