Los fans de Marina Salas, que hay muchos, han querido saber más cosas de la actriz, de su personaje Silvia y de la serie ¿Hay Alguien Ahí?, y han enviado sus preguntas a la web de Cuatro para que la actriz las respondiera.
Al tratarse de una serie de miedo, con casa encantada y espíritu incorporado, muchos son los que se han interesado por los sucesos paranormales.
Marina se confiesa bastante escéptica de estos temas, no le atrae el mundo de lo paranormal ni cree mucho en ello.
Aún así, afirma que en el set de rodaje han pasado cosas extrañas y ella tiene sueños intensos desde que empezara el rodaje.
Es más, destaca el buen ambiente que existe entre los compañeros y el equipo técnico, se lo pasa en grande interpretando a la mala de Silvia y es que un personaje de esas características te ayuda a enriquecerte como actriz, pues suelen ser oscuros y complejos.
Su mentor Fernando Piernas es una pieza importante también.
Marina es catalana, de Barcelona, y empezó en el mundo de la interpretación a los 15-16 años en la cadena autonómica de Catalunya, TV3.
Ahora, a los 20, reside en Madrid y, como es obvio, está totalmente inmersa en el papel de una serie de éxito, pero cuando tiene ratos libres y los estudios se lo permiten le encanta leer, hacer deporte y practicar el trapecio.
Como es natural, algunos le preguntan si conoce el final de la serie y ella afirma que nadie lo sabe, que los guionistas les hacen entrega del guión del siguiente capítulo a medida que van terminando el anterior.
Veo que la práctica de mantener a los actores desinformados, como en Lost, también se utiliza en series de aquí.
De hecho, puestos a estar poco informados, Marina asegura que nunca se ve en la tele, no sigue la serie porque le da mucho apuro verse actuar; comparte piso con dos amigas y nunca se sienta con ellas los lunes por la noche porque su nivel de autocrítica se lo impide.
Un saludo para todos y me alegro mucho de que esté todo funcionando y la serie guste y os podamos entretener un ratito y hacer que os pase algo por el cuerpo.
Seguid ahí al pie del cañón.
Muchísimas gracias y un besazo.
– Marina SalasVía
