Santi tiene cada vez más números para llevarse el premio al granjero más aburrido de la historia de Granjero Busca Esposa.
Las chicas no es que le ayuden a generar un clima de buen rollo, pero lo de este chico es de geriátrico.
Desde el principio parecía que entre Eli e Ivana no había precisamente buen feeling, aunque ellas se empeñen en mantener las apariencias (que sé a quién creen que engañan), pero el ambiente se está volviendo tan denso que al final lo cortarán con cuchillo y tenedor.
Santi ha organizado una cena tranquila para los tres pero la conversación se ha centrado en él y en Ivana.
Eli se ha mostrado enfadada pero no ha mostrado ningún espectáculo como nos podíamos tener y ha sido sincera pero respetuosa.
Cosa que no se puede decir de Ivana, que cada vez parece más cínica.
Tiene razón Santi cuando le dice que no se ha abierto, que no ha roto el hielo.
Pero también debería contemplar la posibilidad de que ella sea el hielo.
Una persona puede ser tímida, pero bien distinto es que todo le moleste y que todo lo mire por encima del hombro.
Lo que al principio parecía educación, ahora parece presunción.
Santi también decepciona.
El supuesto granjero romántico tiene poco de eso.
Cuando las chicas le preguntan por sus impresiones se limita a hablar de su trabajo en la granja: ¿buscas novia o trabajadoras? Tampoco sabemos si este chico intenta ligar o dar clases de agricultura.
Intenta por todos los medios utilizar un lenguaje hiper correcto e incluso técnico.
Santi, hijo, olvídate de las cámaras y muéstrate natural o acabaremos haciendo zapping cuando salgas tú.
En cuanto a Eli, después de los dos tatuajes (retrato y nombre, en espalda y rabadilla, respectivamente) que nos fascinaron de su padre –supuestamente-, hoy ha dado a Santi más información sobre su progenitor.
El papi de la chica ha hablado por teléfono con ellos mientras cenaban.
Y yo me pregunto: ¿era necesario? ¿Quién liga aquí: la chica o el padre? Está claro que en esta granja, sólo los animales tienen claros sus objetivos.
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