Se acabaron las risitas, los baños en grupo en el jacuzzi y los buenos rollos.
Con las nominaciones (y un poco antes también) ha empezado la hecatombe en Gran Hermano 11, ya hay dos bandos clarísimos, y por supuesto, descompensados.
En el bando de los malos, está Gonzalo, el argentino, y su gorro de pensar, ellos, Gonzalo y el gorro, son los jefes.
Recordemos que ya dijo al entrar que es egocéntrico, narcisista y cae muy mal a la gente.
Y tanto Gonzalo, yo no te puedo ver, todo el día yendo de listo y siendo más malo que un rajón.
A este se han unido los minigrupos de Toscano y Tatiana, el minigrupo de Nagore y Melanie, y Siscu y Juan, que tienen menos personalidad que un huevo, porque Siscu ya se está arrepintiendo un poco.
En el otro lado tenemos a las nominadas Pilar e Indhira, a Rebeca la inadaptada y a Arturo, porque quiere lío con Indhira, que se lo está poniendo difícil, y porque según él ya sabe perfectamente con qué clase de gente vive, no le ha gustado que cuestionen que echa mucho pan a sus albóndigas o que se echa mucho vino en su calimocho, hasta ahí podíamos llegar.
Ayer al medio día Gonzalo perdió la cabeza del todo.
Es tan evidente la separación que se pasan el día peleando, Pilarita entra en modo bipolar y lo mismo dice que “no puedo con esta panda de lobos”, que “yo voy a terminar con todos vosotros, uno a uno”.
Y la guerra de la comida llega a límites insospechados, Juan dijo el otro día que se iba a comer tres paquetes de galletas “sólo por joder”, y Arturo se zampó tres tazones de cereales hasta arriba, “porque yo hago lo que me da la gana”.
Bien, pues ayer durante la comida, no se sabe bien qué pasó, porque había mucho jaleo mientras degustaban la pasta que tenían en los platos, Pilarita decía algo a Siscu, y Gonzalo le pide que no grite porque dice “me estás machando el oído izquierdo”, a lo que ella responde algo así como: “¿Quieres que me cambie de sitio? cariño.
Pues ahora voy a por el derecho”, refiriéndose al oído del argentinoy él se levanta de la mesa y le pide que no siga provocándole por que está nervioso por el tabaco.
Y entonces le da una patada a su silla esta choca con la mesa, golpeando antes la pierna de Pilarita.
Vimos a Gonzalo gritar a pleno pulmón a Pilar: “¡le voy a arrancar la cabeza hija de puta!”.
Madre mía, que miedo, si se asustaron hasta los de su grupo, parecía poseído… unas horas después, por la tarde, intentó justificarse, “reventé con razón, pero sin lógica.
Saqué a la bestia parda, puta y maleducada que llevo dentro y dejé que echara toda su mierda maloliente”.
Dios mío, así se define así mismo este angelito… que se preparen sus amiguitos, que cuando echen a los que quieren echar, probaran sus mieles.
El domingo de magrugada, mientras el grupo de los malos creaba su plan para echar a los demás uno a uno en las nominaciones, el super hasta les tuvo que reñir, recordando que eso está prohibido… se presentan emociones fuertes… espero que Gonzalo no le pegue a Pilarita, deberían echarlo, porque eso de “le voy a arrancar la cabeza” es más fuerte que aquello de “te voy a dar dos yoyas”.
¿O no?