Entre todas las series americanas, de vez en cuando uno descubre que en esta vieja Europa se están haciendo otras que son tan buenas, o incluso mucho mejores, que aquellas.
Y muchos tenemos a la BBC como referencia a la hora de hacer grandes series, aunque en apariencia sean pequeñas.
Desde Doctor Who, pasando por Torchwood, Merlin o las más clásicas, es sinónimo de serie que hay que ver.
Y Being Human no es una excepción.
La serie que une a un vampiro, una pareja de licántropos y una fantasma ha ido aumentando la familia sobrenatural a cada episodio y tras la sorpresa del último episodio, ya hay más seres en la lista.
Y sabemos también que una fantasma puede mantener una relación romántica con un ser vivo.
O no-vivo, vamos.
Porque ahora que Annie y Mitchell son pareja, se abren nuevas fronteras para explorar y claro, la chica no quiere que su hombretón se aburra donde se tiene que divertir y se inventa algo para tenerlo contento.
En este episodio también veremos a Tom, el hijo de McNair, quien está excitado ante la idea de conocer a más licántropos y acude a conocer a George y a Nina, provocando cierto malestar a Mitchell, quien está convencido que traerá muchos problemas al grupo.
Como bien sabrás, esta tercera temporada de la serie británica ha traído, además de un cambio de status de los chicos, un traslado a otra ciudad y otra vivienda, así que la propia Sinead Keenan, Nina, nos enseña como es ese nuevo hogar y los secretos que pueden aguardarnos en él, en un vídeo desde el set de rodaje.
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