El futbolista Fernando Torres y su mujer, Olalla Domínguez, han sido papás hace poquito.
Como son muy celosos de su intimidad, contrataron más seguridad que la casa real (esto es una “exageración andaluza”) para estar tranquilitos y sin que les acosaran en la planta de maternidad del Policlínico La Rosaleda.
Pero la prensa estaba en la puerta esperándoles para ser los primeros en fotografiar por primera vez a “la niña del niño”, así que en cuando que han asomado las orejillas por la puerta hemos conseguido traerte el retrato de la que sin duda será una “familia feliz” (como el plato ése de los restaurantes chinos, que junto con el de “hormiga sube al árbol”, nadie tiene ni idea de lo que lleva…).
La niña, a la que han puesto de nombre Nora, ha sido la alegría más grande para el futbolista, que la ha calificado como el mejor trofeo que ha recibido nunca.
Dice que será del atlético de Madrid, y del Liverpool, pero que antes que del Real Madrid, sería del Barça.
Esto lo ha dicho justo después de que el Real Madrid se ofreciese a pagar hasta 70 millones de euros por él.
Bueno, yo si los tuviera también los pagaría, aunque creo que no lo usaría para correr en calzoncillos detrás de una pelota, sino para correr en pelotas detrás de unos calzoncillos, que seguro que resulta más entretenido.
Fernando Torres posa con su mujer y su hija
