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Mujeres y Hombres y Viceversa: Astry quiere volver con su ex novio

Menudo dramón que vivimos ayer en Mujeres y Hombres y Viceversa.
Me ha servido para darme cuenta de lo equivocada que estoy cuando pienso que ninguna “vuelta de tuerca” puede ya sorprenderme en este programa.
La cosa empezó un poco rara, porque Astry no entró en el plató dispuesta a ocupar su trono con su compañera Marta, como era de esperar.

Era obvio que algo extraño estaba pasando.
Vicente y Maribel, como buenos amigos de la tronista, fueron en su búsqueda, pero hizo falta la ayuda de Miriam para convencer a Astry de que fuese ante sus pretendientes para dar la cara.

Entró llorando, para no variar (yo ya la llamo cariñosamente Astry “Bustamanta”, que se nos va a deshidratar un día de estos con tantas lágrimas), y enseguida se puso a disculparse y a dar explicaciones sin que nadie supiese qué era lo que estaba pasando exactamente.
Dijo que no había entrado al programa para engañar a nadie, y que comenzó como tronista sin tener pareja, y además agradeció hasta el infinito todo lo que sus chicos habían hecho por ella.

La expectación creada por la cubana era abrumadora, con tanto lloriqueo, y a la mayoría de sus pretendientes le costó lo suyo asimilar el golpe, cuando ella dijo que abandonaba el programa para darle una segunda oportunidad a su ex novio.
Nadie tenía ni idea de lo que estaba sucediendo, aunque la gran mayoría le ha mostrado su apoyo, y le ha valorado el esfuerzo y la valentía de este acto de sinceridad.
Ella ha insistido una y otra vez en que cuando estaba con sus pretendientes, estaba al 100%, pero que luego le surgían las dudas, y por eso tenía momentos de bajón que ninguno comprendíamos muy bien sin la pieza que faltaba en este rompecabezas.
Los más afectados por esta decisión han sido Fausto y Carlos.
Fausto, aunque Pipi insiste en que le han “dado una puñalada trapera”, se ha comportado con un caballero y ha aceptado con elegancia una derrota que poco arreglo tenía ya.
Carlos sin embargo, no ha sido capaz de morderse la lengua, le ha podido el orgullo herido y ha acabado diciendo: “Para mí me has engañado.
Si yo hubiera sabido que ella tenía dudas, no me hubiera molestado en venir”.
Qué lástima de orgullo masculino.
Astry en cambio, no para de insistir en que su corazón estaba libre cuando aceptó el trono, pero que su ex pareja, a fuerza de verla en televisión teniendo citas con tanto pretendiente, se puso celoso, y los celos volvieron a despertar en él la pasión y las ganas de reconquistarla.
Menos mal que se ha decidido a abandonar el trono, porque me ha dicho un pajarito que el presupuesto del programa se estaba encareciendo muchísimo por culpa de las cantidades industriales de rímel resistente a las lágrimas que tenían que emplear con ella.
Fotografía

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