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Así es Fama ¡a bailar! por dentro

¿Os habíais preguntado alguna vez cómo es Fama ¡a bailar! por dentro, esa parte que nunca nos enseñan?¿Cómo es la vida de los chicos que no se emite? Pues os vamos a desvelar, de la mano de Pablo del Pozo (director del programa) cómo funciona la máquina llamada Fama.

Como es fácil de imaginar, la estructura del plató y de las instalaciones es similar a la de Gran Hermano u Operación Triunfo, es decir, las habitaciones se distribuyen alrededor de unos pasillos de cámara y de forma que los tiros cubran el mayor espacio posible.

A su vez, existen unas cámaras robotizadas situadas en puntos clave de las estancias y que son las que los chicos pueden ver.
Paralelamente, se puede apreciar que a veces sacan a los cámaras para que graben in situ, en mitad de la clase y sin aparentemente ningún problema para los bailarines.
Lo que diferencia este formato es, precisamente, el tipo de formato, y es que los chicos utilizan cualquier parte de la casa para ensayar (excepto las habitaciones) por lo que los espacios tienen que ser mucho más diáfanos y amplios, algo de lo que se dieron cuenta el director y el realizador en la primera edición, donde los bailarines cambiaban el mobiliario de sitio para poder practicar sus coreografías.

Al mismo tiempo, como los chicos no tienen reloj y a excepción de algún referente como es la gala diaria, dedican las horas a ensayar incluso hasta altas horas de las madrugada porque desconocen la hora que es, lo cual me parece una putada dado que necesitan descansar casi tanto como trabajar; por eso muchas veces les oímos decir que no han dormido, que han estado ensayando hasta las tantas…El plató es una de las salas que utilizan para ensayar, eso ya lo hemos visto, pero los chicos tienen que pedir permiso para entrar si quieren ensayar.
Para ello, suben al confesionario, hacen su petición y de esta forma el equipo se prepara para grabar en cada zona donde haya bailarines trabajando.
Luego, en las galas diarias, el set se prepara para la ocasión, encendiendo los focos y preparando a los cámaras.
Paula Vázquez, cuando hace la presentación diaria y da paso a los vídeos resumen, lo hace desde el set de ensayos, esa sala que está acristalada junto al plató, de forma que el acceso entre una y otra es inmediato y directo.
Otra diferencia con respecto a Gran Hermano, es que Fama ¡a bailar! se realiza y se produce íntegramente en las instalaciones de San Martín de la Vega.
Mientras el primero mantenía el equipo técnico de producción y realización en los estudios de la cadena, Fama se concentra en su totalidad en el mismo sitio.
Luego son ellos los que mandan la señal a Cuatro cuando tienen que emitir.
Otro de los aspectos similares a Gran Hermano es la incomunicación de los concursantes.
Los que seguimos la 1ª edición de GH comprobamos que la gente descubría dónde estaba situada la casa y se dedicaban a gritar, insultar e, incluso, a lanzar pelotas a los concursantes.
A raíz de esto, producción decidió instalar un sistema de megafonía para evitar informaciones del exterior y comentarios inoportunos.
Pablo del Pozo nos confiesa que ellos tiene instalado este tipo de aislante acústico pero que, a fecha de hoy, no han tenido que usarlo.
Sí que se guardan muy mucho de que los chicos, cuando salen al exterior ya sea por un premio personal o porque van a bailar, estén lo más aislados posibles pues cualquier comentario que les llegue les puede afectar, por mínimo que sea.
Tengamos en cuenta que están aislados del exterior durante semanas o meses.
Y, para terminar, una curiosidad.
Las instalaciones de Fama ¡a bailar! se construyeron anteriormente para dar cabida al reality Esta cocina es un infierno, un fiasco de los grandes.
Posteriormente, se utilizaron como Centro de Alto Rendimiento para las ediciones de Supermodelo de 2007 y 2008.
Fama a bailar, por dentroVía

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