Las últimas noticias que nos llegan de los Supervivientes de Honduras podrían resumirse perfectamente en el refrán popular que dice que “el que quiera peces, que se moje el culo”.
La culpa la ha tenido un pececillo, que Matías pescó y dijo que era para él, que no lo compartía con nadie.
Ante tal actitud, Santi se enfurruñó y dijo que sanseacabó.
Que no presta sus utensilios de pesca ni sus anzuelos a nadie.
Esto, sumado al hecho de que han pillado a Escassi haciendo trampas por tener un mechero, ha hecho que las chicas se pongan de los nervios, y con toda la razón del mundo.
Porque es cierto que los chicos no están teniendo una actitud muy deportiva, aunque más cierto es que ahora que se han puesto todos manos a la obra, han pescado más de docena y media de peces, muchísimos cangrejos, y hasta un pulpo.
A Ivonne le deben esta última hazaña, que por más rencor que algunos le tuviesen a la miss después del episodio de los robos, nadie se acuerda de esos insignificantes detalles cuando hay una tapita de pulpo encima de la mesa.
Bueno, lo de mesa es un decir, que allí los pobres no tienen ni eso.
Y a la joven venezolana no le queda más remedio que deleitarse en estos pequeños placeres gastronómicos, ya que en Playa Uva no hay mucho sitio donde esconderse, y dicen las malas lenguas que ése es el motivo de que no se haga carantoñas con su amado Escassi.
El jinete ha pasado a la historia con un récord sorprendente.
En una prueba para recuperar sus esterillas, los concursantes tenían que aguantar un minuto sumergidos bajo agua, y Escassi aguantó, no uno ni dos, sino tres minutos, aunque no por ello le han dado más esterillas que la suya.
Dice Pipi Estrada que su capacidad pulmonar se la debe a que es capaz de aguantar mucho sin respirar entre las piernas de las mujeres.
Mal rollo en general, sobre todo porque están todos hartos de pagar siempre justos por pecadores.
A ver si así por fin despiertan y gracias al conflicto nos ofrecen algo de entretenimiento, porque vaya edición más aburrida que nos están dando.
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