Lo de Iker Casillas y Sara carbonero ya es una relación formal, pero formal de las de verdad, porque una cosa es darse un besito de nada en la tele (aunque sea delante de un montón de gente) y otra cosa es ir al pueblo del padre de tu novio.
Esto es como un paso más en una relación, y todos los que tengan pueblo, o pueblos, saben de lo que hablo.
Miradlos, ahí tenemos a los tortolitos en Navalacruz, el pueblo paterno de Iker, para que todos en el pueblo conozcan a su guapísima chica, esa de la que él está tan orgulloso.
El portero mágico de la Selección española se está construyendo una casa en el pueblo y, como cualquier mortal, quiso enseñar los progresos a su chica.
Los vecinos la recibieron encantados, todos contentísimos.
Se pasearon agarraditos, dándose mimitos por las calles, como dos adolescentes.
Vamos, que están muy enamorados.
Lo que no sé yo es cómo se apañan para tener un fotógrafo hasta por esos lares.
Qué fastidio tiene que ser, pero bueno, así nosotros los vemos…Iker Casilla de vacaciones con Sara Carbonero en el pueblo de su padreVía