Amy Winehouse, como cualquier famosa que se precie, se ha subido al carro de las famosas que diseñan ropa y ha diseñado una línea para la marca Fred Perry, aunque a juzgar por estas fotos cualquiera se confundiría y pensaría que ha creado una línea de bragas, porque no tiene inconveniente en enseñarlas: unas braguitas de encaje y de color amarillo (está claro que es rebelde pero no supersticiosa…).
La cantante, que parece que ha puesto fin a sus variadas adicciones (la chica parece que no decía que no a nada…) y está a punto de volver a los escenarios con fuerzas renovadas con su nuevo trabajo.
Amy ha dado incluso un concierto sorpresa en Londres estos días, cuando sus sorpresas más habituales hasta ahora eran sus detenciones en peleas de bares y esas cosasLa incursión de Amy en la moda ha sido de lo más polémica.
Parece que a la Winehouse le gustan tanto sus propios modelitos que se los quiere poner así que ha exigido a la marca que los fabrique también en la talla 34 que es la que usa.
La empresa se negó en un principio porque no quería favorecer las imágenes enfermizas de famosas demasiado delgadas, pero al final ha cedido a la exigencia de la inglesa.
Las bragas de Amy WinehousePero curiosamente lo que le gusta a Amy no es precisamente los hombres muy delgados.
El hombre tamaño armario empotrado, y que le saca dos cabezas como mínimo, que sale en las fotos cogiéndola (medio arrastrándola, en realidad) es su nuevo novio.
La chica parece estar encantada con este hombretón porque incluso ha declarado que quiere formar una familia y tener hijos.
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