Anoche llegaban a El Hormiguero el grupo musical El Sueño de Morfeo, quienes acaban de sacar disco a la venta: Cosas que nos hacen sentir bien, grabado en Los Ángeles, al igual que su primer videoclip.
Pablo empezó la entrevista arremetiendo, preguntando el por qué de este nombre para el grupo y si en ello las drogas habían tenido algo que ver.
Raquel confirmó que fue idea suya y prometió que, en ese momento, no usaba ningún tipo de psicotrópico.
Y ahora que me he metido con el grupo, voy a meterme con la cantante y con su corte de pelo.
La verdad es que el cambio de look no dejó indiferente a nadie y, es más, algunas fans se confesaron un tanto traicionadas cuando Raquel del Rosario se cortó la melena.
Ella, eso sí, tardó la friolera de 6 meses en decidirse a cambiar su imagen.
Pablo sabía que Raquel del Rosario hace apenas un mes que se ha sacado el carnet de conducir (qué ironía) y no ha desaprovechado la ocasión para ponerla a prueba.
Han salido a la parte de fuera, donde había dos coches estacionados y un tercero preparado para ser aparcado entre los dos anteriores.
Se han subido todos y Raquel se ha preparado para maniobrar.
Al principio, se le ha ido la olla y giraba el coche para el lado contrario pero, finalmente, ha conseguido meter su coche entre los otros dos y, encima, con mucha dignidad.
Por algo Fernando Alonso no le deja coger el coche, claro que ya podría haberle dado unas clasecitas.
Sin ser nada del otro mundo, la parte de Trancas y Barrancas ha sido la mejor parte de esta insulsa entrevista.
Han jugado a crear nombres de grupos a partir de combinar papeletas que había en dos peceras.
Sacando una de cada pecera han salido estos futuribles nombres:Las tetas de calígulaLas caries del DioniLas dioptrías del CigalaEl primero es gracioso, incluso.
Y antes de los gags de Jandro y Flipy, Pablo ha echado mano de algo ya muy recurrente en el programa: los cachorros.
Esta vez ha decidido traerse a un jabato que han soltado por el plató y en el que no dejaba de dar tumbos.
Raquel ha intentado darle el biberón y el animal se ha vuelto loco, más que mamar estaba tratando de comerse el artilugio y a Raquel, de paso, que ha puesto perdida de leche, bromas aparte.
Fotografía