Hoy hemos conocido al nuevo tronista de Mujeres y Hombres y Viceversa.
Tras la reivindicación de Vicente, que se considera el más indicado para ocupar el trono y buscar amor, hemos conocido al verdadero sustituto de Rafa Mora: Oliver, ex pretendiente de Tamara (de manera fugaz) y de Meritxell.
Oliver ha declarado esperar estar a la altura de las expectativas que se depositan en él y poder encontrar a una chica que le entienda y que le dé mucho cariño.
Virginia se ha mostrado favorable al nuevo tronista y le ha regalado un ramo de flores, aunque no ha querido sentarse como pretendienta.
Resulta que Oliver es amigo íntimo de Ness, un chico que pasó por Gran Hermano con el pelo largo y que ahora se ha pegado un buen tijeretazo.
Mucho me temo que Oliver va con paquete y ahora tendremos a Ness de nuevo en la pequeña pantalla muy a menudo.
El aterrizaje del moreno en el trono ha sido de lo más precipitado y ya ha recibido críticas rotundas de Tamara que le ha amenazado con un “te vas a cagar”.
Ness ha saltado para defender a su amigo, asegurando que Oliver llegaba al trono porque estaba “cansado de chicas de una noche como Tamara” y es que resulta que fue el Gran Hermano el que presentó a estos dos enemigos íntimos cuando se enrollaron.
A Oliver le gusta el perfil de típica española: pelo oscuro y largo y labios carnosos.
A mí que me lo expliquen, porque si Meritxell no es algo, es morenaza… Quizás sin el Farmatint… El muchacho trabaja de modelo y le ha faltado tiempo para dejar caer que ha desfilado en Cibeles.
Hombre no es que no tenga mérito, pero vaya, que no es como para explicarlo como si fueras el primer hombre que ha pisado la Luna… El tronista dice no soportar a las mujeres mal habladas y vulgares -tendrán que pasar de hacer los cástings en los polígonos como hasta la fecha…- y que sólo ha estado enamorado una vez.
El moreno reconoce que uno de los problemas que ha tenido con las chicas es que él es muy perfeccionista y no se ha sentido muy bien tratado por las mujeres con las que ha tenido una relación.
Tras la confesión nos han vuelto a castigar con el relato de la vida complicada que ha llevado Oliver y, de rebote, con la odisea vital de Juanjo.
¡Qué pesados! Si no hemos visto 20 veces las lágrimas de Juanjo y su madre, no las hemos visto ninguna…
