En Mujeres y Hombres y Viceversa descubrimos amistades anti natura demasiado a menudo, lo cual es, cuanto menos, sospechoso.
¿Cómo es posible que dos pretendientas de armas tomar que han rivalizado por un tronista y que una ha sido vencida de calle sean ahora tan amiguitas?Pues eso es lo que les pasa a la ex tronista Blanca y a la actual tronista Meritxell.
Ambas se han ido de bolos juntas a una discoteca de la Costa Brava, rivalizando a ver quién llevaba un escote más generoso, sacando pecho y piropeándose en público (dicen que “después de lo que han pasado” están felices de conocerse… lo que hay que oir…).
Blanca y Meritxell lucharon por irse de la mano con Víctor, pero sólo Blanca se llevó al chico.
Aunque le duró bien poquito.
Víctor, a las pocas horas de elegirla, le dijo que estaba agobiado y que se iba de vacaciones con sus colegas y “si te he visto, no me acuerdo”.
Pero Blanca no pareció escarmentar y volvió como tronista para ser abandonada por Juanjo (por Tamara) y por Raúl (aquel chico que de bueno que parecía dudo que fuera verdad…).
La extremeña intentó tomarse la revancha y engañó al programa con un torero ajeno al programa con el que se fue para, de nuevo, acabar siendo abandonada.
Estoy acabando por creer que si uno busca la definición de “abandonada” en el diccionario, se encuentra la foto de Blanca.
Su última aparición ha sido como pretendienta fugaz de Antonio (¡dichosa obsesión por los toreros! Eso debe ser un trauma infantil o algo peor…), pero abandonó porque decía “no tener fuerzas suficientes”.
Cuentos varios, vaya.
La evolución de Meritxell en el programa es similar.
Apareció como pretendienta de Víctor pero los rumores sobre ella y sus escarceos fuera del plató hicieron que fuera expulsada.
Luego llegó como pretendienta de Rafa y él también la expulsó porque según Patricia tenía novio.
Y ahora es una tronista sosa y altiva a la que todos deseamos que encuentre novio rápido, para que nos pongan una chica en el trono mucho más interesante, que haga algo más que soltar la lágrima fácil al exponer públicamente los problemas de su hijo.