Incluso más que en Estados Unidos, si hay un país en el que el fenómeno de las girlbands está más que arraigado ese es, sin duda, el Reino Unido.
Aunque ejemplos anteriores, haberlos, haylos, hubo un antes y un después de las Spice Girls.
Destrozando las fronteras, Victoria Beckham, Geri Halliwell y las melanies popularizaron de un modo más amplio el término.
En el Reino Unido, las Girls Aloud recuperaron el testigo con Cheryl Cole a la cabeza.
A pesar de los infinitos cambios de formación, las Sugababes continuaron el movimiento, incluso The Saturdays siguen con su relativo éxito en las islas británicas.
Pero, a pesar de ello, parece que la industria musical british necesitaba una nueva formación que alimentara a sus potenciales fans.
Y después de la final de The X Factor de este fin de semana, ya la tienen: Little Mix.
Sí, por primera vez en el talent show, desde su primera edición en 2004, tiene como ganadoras un grupo femenino.
Y a contra pronóstico, al menos en un principio, ya que se trata de cuatro chicas que surgieron de los castings que, ante lo complicado de su aventura individual, les aconsejaron juntarse y probar suerte en la categoría de grupos.
Jade Thirlwall, 18, Perrie Edwards, 18, Jesy Nelson, 20, y Leigh-Anne Pinnock, de 19 años forman Little Mix, anteriormente Rythmix.
Las cuatro, apadrinadas por Tulisa Contostavlos, vocalista de N-Duz, lograron adelantarse en las votaciones a Marcus Collins, finalista de esta edición.
En un principio, gente como Misha B me llamaron mucho más la atención, incluso el propio Marcus Collins con ese rollo retro funk soul, a lo Eli Paperboy Reed, me parecían más atractivos.
Conforme han ido cayendo las semanas, reconozco que el potencial de estas chicas fue aumentando.
Sin duda Jade y Perrie son las que mejores voces tienen, una más aguda, la otra más grave.
Como complementos tenemos a Jesy, la más gordita y de voz más desgarrada que también hace beatbox, y Leigh-Anne, la más exótica que aparte de cantar, también se atreve a rapear.
A pesar de haberse conocido en el programa han sido capaces de combinar voces y sonar como un todo que, sin ser una versión femenina de los Boyz II Men cantando a capella, pues como producto pop, en directo ya suenan mejor que algunas otras girlbands, a The Saturdays me remito.
Su primer hit, ojo al top 1 de estas navidades, será Cannonball, el tema que Marcus Collins y Little Mix cantaron para que el público votase y Kelly Rowland y el resto de jueces de esta edición opinase.
Finalmente, la versión de este tema de Damien Rice que triunfó fue la cantada a cuatro voces por las chicas.
Como es habitual, aparte de las espectaculares caretas de presentación, X Factor destaca por el escenario y el acompañamiento de las actuaciones.
Y como no podía ser menos, la final debía serlo, por ello el programa se trasladó al Wembley Arena con el acompañamiento de diez mil personas en el público.
Como grandes actuaciones, aparte de las de los concursantes, el talent show recibió la visita de Westlife, de su ganadora más ilustre, Leona Lewis, Michael Bublé, JLS o Coldplay, quienes cantaron un medley de dos canciones de su reciente Mylo Xyloto.
En fin, Little Mix y Marcus Collins son los dos nuevos productos de la industria musical británica y hasta que no pasen meses no podremos saber de su repercusión real.
Potencial lo tienen, pero también lo tenían otros y en el camino se quedaron, veremos si siguen la estela de éxito de Leona, JLS o, incluso, One Direction.
¿Les veis futuro?Vía
