Si hay algún problema en Casa Thyssen que se repite siempre es el tema de las paternidades.
La última noticia que ha saltado a la luz (siempre rumores) es el extraño origen de las gemelas que tiene la baronesa, pues ella no las concibió naturalmente y se dice que contrató a una madre de alquiler para que las gestara.
Hasta ahí, la situación podría ser más o menos normal.
Lo que empieza a ser bizarro, e incluso repugnante, es el rumor que ha surgido de que el hijo de Carmen, Borja Thyssen, podría haber colaborado en tamaña tarea prestando su propio esperma, lo cual le convertiría en el padre de las hijas de su madre a la par que hermano de ambas.
El asunto es peliagudo y aberrante, a niveles que no sé yo si eso sería incluso delito, porque se trataría de un incesto pero retorcido.
No sé.
El asunto es que Borja estuvo por DEC desmintiendo rotundamente estos rumores y amenazando con demandar a todos los medios que afirmen lo contrario.
Y es que este rumor ha aparecido a raíz de comparar las fotos de las gemelas (que ahora tienen 3 años) con las de Borja de pequeñito, guardando cierto parecido, dicen; que a mi me resulta más parecido a cualquiera de la familia Borbón.
Sea como sea, el problema de la figura del padre sin identificar es una constante en esta familia.
Ya Tita Cervera mantuvo en secreto la identidad del padre de Borja durante 30 años, reconociendo entonces que había sido Manuel Segura, un exnovio suyo.
Posteriormente, el hijo de éste y Blanca Cuesta fue centro de especulaciones y desconfianzas por parte de la abuela, quien solicitó hasta 3 pruebas de partenidad para cerciorarse de que su nuera (que viste como una pelandrusca, habrá pensado Tita) le era fiel a su maridito, o maridazo visto el tamaño.
Ahora sucede esto con las gemelas, de quienes sí es cierto se desconoce la identidad de la figura paterna.
Un culebrón épico que dura más que Dinastía o Falcon Crest.
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