A Chris Brown no se le podían torcer más las cosas.
Hace poco que se veía obligado a empezar con su particular “condena” por los malos tratos a la cantante Rihanna, consistente en ejercer de jardinero público (lo de ejercer de jardinero público es la condena, no el maltrato) (sólo lo aclaro por si acaso).
Pero él, todo iluso, creía que con su actitud de arrepentimiento, y con eso de asumir las consecuencias de sus actos y esas cosas, podría ablandar el corazoncito de Rihanna y suplicarle una nueva oportunidad, porque el rapero no se ha cansado de proclamar a los cuatro vientos (a los cuatro vientos de Twitter) que Rihanna es su otra mitad.
Pero ella no está muy por la labor de volver con el hombre que le dejó la cara hecha un zisco, menos mal, y no para de divertirse saliendo con unos y otros, y teniendo escarceos amorosos.
Travis London fue el primero con el que se le relacionó, e incluso parecía que la cosa tenía tintes serios aunque al final no pasó de rollo de una noche.
Ahora la cosa es un poco más alarmante porque el chico con el que han visto a Rihanna no es otro que el mismísimo Justin Timberlake.
La pareja habría estado viéndose en secreto durante estos días en Nueva York, tratando de mantenerlo en secreto, más que nada porque Justin es el novio oficialísimo de la actriz Jessica Biel.
La verdad es que Justin y Jessica nunca me han acabado de convencer como pareja, pero creo que con Rihanna la mezcla sería explosiva.
Y no digamos ya si les da por ponerse a componer música juntos.
Seguro que un videclip con ellos dos sería todo un éxito.
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