Día triste hoy para los seguidores de Pekín Express.
Enrique y Manolo, una de las parejas que más nos gustaban se vuelven a casa.
De nada ha valido cargar durante toda la cuarta etapa con un jarrón de boda chino de 50 kg como penalización por haber quedado ya últimos en la 3ª etapa.
En esta ocasión, la fase era eliminatoria.
Echaremos de menos los bigotes de manolo y su parecido razonable con De la Cuadra Salcedo.
El sentido del humor de los veteranos del programa y la facilidad con la que se echaban a la espalda los inconvenientes.
Enhorabuena señores, no debe ser fácil mantener el tipo como ustedes lo han hecho.
Y de unos tipos simpáticos y dicharacheros a otros bastante más sobrados.
Fran y Merino han conseguido ser los primeros y embolsarse otros 5000€ (los que van con el collar).
Estos policías han encontrado una forma de enriquecerse mucho más legal que los de Coslada.
Afortunadamente para todos.
Por su parte, Carla y Miriam son la pareja inmune.
¿Qué hacen una tía rara y una pija bailando con palos al ritmo de un tambor? Pues precisamente eso, ganar el juego de inmunidad y saber que de momento, no vuelven a casa.
Las chicas han brillado poco en esta etapa, pero han sido de lo más eficaces.
Mucho hemos dicho de la aventura de Meritxell y Alazne, que comienzan a ser como el aceite para el pan: imprescindibles.
No hay película sin una malvada, y el papel le ha tocado a la benjamina.
Nos cansan sus lloros y ataques de ansiedad, pero cuando intenta manipular a otros concursantes se convierte en un elemento indispensable del programa.
Los próximos episodios de esta aventura estarán cargados de competitividad.
Los concursantes empiezan a mostrar su verdaderas caras y las rencillas entre ellos están subiendo como la espuma.
Apuesto a que algunos de los concursantes aparentemente más serenos dan sorpresas.
Las etapas del buen rollo han acabado y nosotros nos frotamos las manos.
Fotografía
