El torero de Mujeres y Hombres y Viceversa tiene el patio revuelto.
En el último programa anunció que volvía a torear (lo que me hace preguntarme por qué le llamaban antes torero si no toreaba…) y pareció que Carmen –que es como una groupie de toreros- se emocionaba con la idea.
La morena está enfadada con Antonio porque después de que ella se ganara una cita de 24 horas, el tronista le regaló otra a su otra favorita, Luz.
Antonio lleva días con dudas respecto Carmen.
Ella ha mordido el cebo a la primera de cambio y se ha encarado con él por desconfiar de ella y ha enseñado su peor cara: ha perdido los nervios y ha mostrado un carácter de mil demonios.
Para echar más leña al fuego, el tronista ha tenido cita con Luz, que es todo lo contrario a Carmen: serena, dulce, tolerante.
A la pregunta de si “¿quieres formar parte de mi vida?”, Luz ha contestado que sí y sólo ha torcido en gesto cuando Antonio le ha dicho que su única duda era Carmen.
Entre ellos hay complicidad y atracción y creo que compatibilidad de caracteres.
En cambio creo que con Carmen no durarían ni un telediario porque sus formas de ser son muy opuestas.
Personalmente creo que Carmen tiene más cuento que carácter, y eso es decir mucho.
No me creo sus lágrimas y creo que de Antonio sólo le importa los minutos de tele que le dan y, en caso de que vuelva a los ruedos, la oportunidad de meterse en ese mundillo que le gusta tanto.
Miriam entonces ha metido baza ha llamado a Antonio “conejero” y no enamoradizo y ha acusado a Carmen de manipuladora.
Que te llamen conejero debe ser muy fuerte, la verdad, y más si te lo dice una ex actriz porno… El pobre torero ha mantenido el tipo con cara de alucinado, por eso.
La cita de Luz y Antonio ha acabado con unos besos que han ido más allá del pico, mientras escuchaban a un guitarrista en directo, y que creo que podrían ser de los pocos sinceros que se han dado en este programa.
Qué lástima que luego haya explicado que tras el beso le haya venido a la cabeza Carmen.
Luz, evidentemente, se ha sentido fatal al escuchar el comentario, pero él ha intentado tranquilizarla.
¡Elige a Luz de una vez y deja ahí sentada a Carmen y a sus malos modales, hombre!