“Sigo pensando en poner fin a un sufrimiento tremendo, que es el que estoy padeciendo”.
Así comenzó Coto Matamoros su entrevista para DEC desde Tailandia, país a donde huyó el mismo día que el había anunciado su suicidio, por las causas que supimos más tarde: una sentencia de 300.
000 euros que tenía que pagarle a Ernesto Neyra y su directa entrada a la cárcel por no pasarle la pensión a su hija.
Desde su exilio en Bangkok quiso ponerse en contacto con Cantizano a través de una videoconferencia (que le debía ya que tenían una entrevista con ellos pactada que Coto no había cumplido), gracias a la cual pudimos ver que ha cambiado su imagen, haciéndose un tatuaje maorí que le cubre la mitad de la cabeza.
Según él, el tattoo es “un nexo de unión entre la vida y la muerte, un puente entre los vivos y los muertos“.
“No es fácil vivir fuera, no es fácil vivir sin mi hija.
Y mientras no tenga la opción de volver a entrar en España, mi sufrimiento es tremendo.
” Coto aún piensa en el suicidio, a pesar de que tanta gente no se crea que pueda ser capaz de quitarse la vida.
Pero ya poco le importa lo que opinen los demás.
Ya se encuentra sin ganas de meterse con la gente.
Parece que ya le ha llegado un momento en el que quiere hacer las paces con el mundo, como si se hubiera rendido.
Como si hubiese echado la vista atrás en su vida y hubiera caído en la cuenta de que no tenía que haber sido todo tan complicado.
Estuvo durante toda la entrevista muy espiritual, o al menos eso intentaba él.
Porque los colaboradores de DEC le querían cortar el rollo cada dos por tres.
Hablo de la muerte porque entiendo que la muerte requiere de una majestuosidad que en este momento no es posible.
Se ha montado un circo entre todos, yo el primero, que está lleno de payasos.
– Coto MatamorosLe preguntaron que porqué sigue haciendo bolos en la tele, cobrando en sus apariciones, si pretende suicidarse.
Ahí Coto se puso bastante nervioso… como si ocultara algo o no quisiera hablar del tema, algo que a mi también me dejó dudando un poquillo.
Pero cuando le hablaban de la cárcel y de la sentencia, se ofuscaba.
Yo no me he burlado de la justicia.
Se habrá burlado la justicia de mí.
Porque cuando alguien no tiene ingresos, no tiene que poder pagar una pensión.
– Coto MatamorosMostró su desprecio hacia que ahora todo el mundo esté opinando sobre su suicidio o no suicidio, nombrando también a su hermano, a quién llamó “muerto en vida” (triste y curioso, porque Kiko dice lo mismo de él).
Lo que se debate es un tema esencial en la vida de un ser humano.
Se debate la libertad.
El poder hacer de mi vida lo que me de la gana.
Porque yo entiendo que mi vida me pertenece a mi.
– Coto MatamorosLe quedan tan sólo 2 días para que se le acabe el visado y tenga que salir de Tailandia.
Pero como siempre, todo es un misterio, ya que no deja claro su próximo destino, diciendo que de momento ni tiene dinero, ni sabe dónde va a terminar.
El siguiente paso es continuar escribiendo.
Estoy escribiéndole una carta tremenda, preciosa, no sólo a mi hija, sino también a la gente que me quiere.
Se titula “Vivir sin ti, ¿para qué?”, que encierra un pensamiento profundo.
(…) Vivir sin poder sentir ese amor, sin poder mantener esa relación, para mí no merece la pena.
– Coto MatamorosTerminó la extraña entrevista llorando, mostrando su lado sensible… con un Coto que nunca habíamos visto antes.
Yo entendía esto una oportunidad para poderos explicar cuál es mi situación real, cuál es mi estado de ánimo.
Y ver que lo he desaprovechado… (…) No tengo ningún motivo de vacilar a nadie, ni de estafar a nadie.
(…) Estoy cansado, es muy duro ver la vida y no poderla vivir.
Porque para mi la vida ahora mismo es como si tuviera una red delante, que veo pero que me impide cogerla.
(…) Yo no puedo disfrutar de la vida mientras no pueda ver a mi hija.
– Coto Matamoros“Yo no tengo que ir a la cárcel porque yo no he cometido ningún delito.
A lo mejor desde el punto de vista del juez que cree que soy rico sí, pero te juro por mi hija que no tengo ni un duro”.
Y así terminó la última intervención de Coto Matamoros, pidiendo que cortaran la grabación porque ya no podía más.
