Seguimos con la historia de Lost, estos posts en los que intento resumir la historia completa de la serie en orden cronológico, atento a todas las causas y efectos y posibles implicaciones.
En el primer capítulo vimos el origen del conflicto en la Isla alrededor de la Fuente y sus Guardianes, el enfrentamiento entre Jacob y el Adversario, su propio hermano, transformado en el Humo Negro.
En su particular partida, Jacob buscaba candidatos para sustituirle y el Adversario un “loophole” para matarlo.
Y un grupo de humanos fieles a Jacob, los Otros, se establecieron en la Isla bajo el mando de Richard Alpert.
En este nuevo capítulo vamos a centrarnos en la convivencia en la Isla entre los Otros y nuevos colonos, especialmente la Iniciativa Dharma, y en la primera aparición de nuestros losties en la historia, en calidad de viajeros del tiempo.
Y hablando de viajar en el tiempo, os dije que este post aparecería el viernes, pero como veis se ha adelantado al miércoles y el tercer capítulo aparecerá el viernes pues.
Cosas de que mi mente esté desligada del tiempo.
Jacob y el Adversario, así pues, no paraban de pensar en jugadas nuevas para su particular batalla, y mientras, los humanos seguían medrando en la Isla.
En 1954, una de las amenazas a las que los Otros, bajo el mando de Richard Alpert, se enfrentaron, fueron miembros del ejército americano que llevaron una bomba de hidrógeno, Jughead, a la Isla.
Una bomba que por su radiactividad se volvió muy peligrosa.
Pero sin duda lo más extraño a lo que Richard se enfrentó fue la llegada de unos personajes que venían del futuro, de 2004, y algunos de ellos eran incluso candidatos a suceder a Jacob.
Uno de ellos, el físico Daniel Faraday, aconsejó a la que casualmente acabaría siendo su madre, Eloise, una joven recluta de los Otros, que enterrasen la bomba, lo que acabaría causando más de un problema.
Pero el más sorprendente era John Locke, un hombre lleno de fe que cautivó a Richard entregándole una brújula que aseguraba que él mismo le había entregado en el futuro, en 2007.
Además, le dijo que nacería en 1956, y que podía ir a comprobarlo si no lo creía.
Poco podían imaginar ambos que en realidad todo había sido una iniciativa del Adversario como parte de su “loophole” en el futuro.
Richard Alpert se sintió muy intrigado por este personaje, y pensó que podría ser el elegido, el candidato ideal que Jacob estaba esperando.
Por ello, en 1956, salió de la Isla en uno de los cada vez más frecuentes viajes al exterior que realizaría, para asistir al nacimiento de John Locke que éste mismo le había pronosticado.
Esto alimentó su idea de que John era especial, una idea que le interesaba fomentar al Adversario en el futuro, como parte de un plan tan maquiavélico y enrevesado que tenía carácter retroactivo e implicaba viajes en el tiempo gracias a las cualidades únicas de la Isla.
De hecho, fue un plan ideado por el Adversario en 2004, cuando él mismo conoció a John Locke y lo consideró su “loophole” ideal.
Richard siguió de cerca el crecimiento de John, e incluso llegó a hacerle unas pruebas para que escogiera diversos objetos relacionados con la Isla.
Uno de esos objetos fue la misma brújula que le había entregado, lo que convenció a Richard de que efectivamente era la misma persona.
Pero otro de los objetos, en vez de un libro de leyes que habría demostrado que era el candidato ideal para gobernar la Isla, fue un cuchillo que manifestaba su lado oscuro, su naturaleza de cazador y, sobre todo, esa rabia reprimida, la frustración que sería una constante en su vida y que lo hacían peligroso y poco adecuado para el cargo.
Aún así, Richard no abandonó y continuó la vigilancia de John.
Al fin y al cabo, era uno de los candidatos de Jacob.
Mientras, en 1962 un científico llamado Enzo Valenzetti recibió un encargo de las Naciones Unidas para desarrollar una ecuación que permitiera averiguar cuánto le quedaba a la raza humana para su extinción.
El resultado fue la Ecuación Valenzetti, que predecía con exactitud el fin de la humanidad.
Unos números aparecían siempre como constantes, valores invariables, de la ecuación: 4, 8, 15, 16, 23 y 42.
Esos números eran también los números asignados a algunos de los candidatos de Jacob, quienes más adelante se revelarían como cruciales en el devenir de los acontecimientos, y en impedir que el Adversario triunfase y la humanidad pereciera.
Así pues, en el fondo las constantes de la Ecuación Valenzetti, los Números, no eran más que esas personas, los factores humanos de la ecuación que acabarían salvando al mundo, y que Valenzetti había encontrado porque todo está relacionado.
También en los años 60 el magnate y filántropo Alvar Hanso, descendiente de Magnus Hanso, el capitán del Black Rock cuyo diario de a bordo se había salvado y seguramente hablaba de una misteriosa Isla, se empezó a interesar en encontrar ese foco de energía y, ayudado por el matrimonio de científicos Gerald y Karen DeGroot, se dedicó a buscar esa Isla para utilizarla como lugar de experimentación en beneficio de la humanidad.
Así nació en 1970 la Iniciativa Dharma, un grupo de científicos de todos los campos que pretendía, entre otras cosas, salvar a la humanidad del fin del mundo que pronosticaba la Ecuación Valenzetti, investigando para cambiar sus constantes, los Números, sin saber lo que eran realmente.
Crearon una estación científica llamada La Farola donde, mediante complejos cálculos, podían prever la ubicación de la Isla y la manera de acceder.
Y así encontraron la Isla.
La Iniciativa Dharma se estableció en la Isla y empezó a experimentar, y lógicamente esto no hizo mucha gracia a los Otros, encabezados por Richard Alpert.
Hubo varios enfrentamientos, y en 1973 llegaba a la isla un personaje que acabaría siendo crucial: Benjamin Linus, en aquel entonces un niño que había perdido a su madre y venía acompañado de su padre alcohólico.
Tal vez el Adversario ya vio en ese niño desgraciado y maleable una herramienta para su “loophole” y lo atrajo con la forma de su madre muerta hasta el territorio de los Otros, llamados en ese entonces Hostiles por la Iniciativa.
Las escaramuzas continuaron y se llegó a una tregua entre Dharma y los Hostiles, aunque la Iniciativa violó en secreto la tregua construyendo Estaciones que aprovechaban la energía de la Isla, entre ellas la fatídica El Cisne.
En 1974 apareció otro grupo crucial en la Isla.
Venían del futuro, de 2004, y algunos de ellos eran los que ya habían aparecido en 1954 ante Richard Alpert.
Precisamente fue Richard quien tuvo un encuentro con uno de ellos, James Ford, que se hacía llamar LaFleur en la Iniciativa, y lo convenció de que venía del futuro como John y no pertenecía a Dharma.
Esto no hizo sino reafirmar en Richard la creencia de que John era un elegido.
Uno de los viajeros, por cierto, Daniel Faraday, consiguió ir al mundo exterior en calidad de investigador en las instalaciones centrales de Dharma en Ann Arbor, Estados Unidos, y se dedicaría a estudiar todo sobre constantes y variables, unido esto a sus conocimientos de viajero del tiempo.
En 1977, cuando los primeros viajeros temporales ya estaban firmemente establecidos en la Iniciativa Dharma, apareció un nuevo grupo de viajeros, comandados por el doctor Jack Shephard, quien habría de ser candidato estrella de Jacob; venían de 2007 y conocían al grupo anterior, ya que muchos de ellos eran candidatos.
Sí, todo el mundo viajaba por el tiempo en la Isla.
Estos viajeros, no obstante, trajeron más problemas, ya que uno de ellos, Sayid Jarrah, por un odio y rencor que tenía hacia lo que el joven Benjamin Linus llegaría a ser, disparó contra el niño.
Esto fue el principio de un grave conflicto que acabaría culminando en el denominado Incidente.
El niño Ben fue llevado por James Ford y Kate Austen, otra viajera del segundo grupo, a los Otros para que Richard lo salvase.
Pero en aquel tiempo el liderazgo de Richard declinaba, quizás porque prefería quedarse un poco al margen de los conflictos con Dharma, y dos de los Otros, la ya mencionada Eloise Hawking y el decidido Charles Widmore, ejercían de líderes de facto.
Richard actuó por cuenta propia y llevó al niño Ben al Templo, un lugar cuyas aguas sanadoras conectaban con la energía de la Isla, y le salvó la vida, aunque el joven perdió sus recuerdos de la agresión, y acabaría formando parte del grupo de los Otros por su nueva vinculación.
Una circunstancia que acabaría siendo decisiva en el futuro de la Isla.
Mientras el naciente conflicto continuaba, Daniel Faraday volvió de Ann Arbor con sus nuevas teorías bajo el brazo, apuntadas en el diario que tenía desde joven y que su madre le había regalado.
Aunque siempre había sido un firme defensor de la teoría del tiempo consistente, que declaraba que lo que pasó, pasó, “whatever happened, happened” y no se podía cambiar su pasado, ahora creía que sí que se podía cambiar la historia, que los seres humanos eran las variables de una ecuación.
Creía que si cambiaban las cosas en 1977, las circunstancias que en 2004 los acabaron llevando a la Isla, que les hicieron viajar en el tiempo, y que entre otras cosas provocaron la muerte de su amada, Charlotte Lewis, podrían evitarse y cambiar el futuro.
No se equivocaba en la idea de que las personas eran las variables, pero sí en pensar que la línea temporal se podía cambiar.
Fue su intento de cambiar la historia lo que precisamente causó el Incidente que ellos ya conocían.
Ellos fueron los que provocaron todo lo que ocurrió, por lo tanto.
Faraday acabó muerto por temerario al entrar en el campamento de los Otros, y quien lo mató fue precisamente su propia madre, Eloise, que llevaba a Daniel en su vientre justo en ese momento, fruto de su relación con Widmore.
Eloise acabó horrorizándose al leer el diario de Faraday, pero creyó que para que las cosas ocurrieran como el diario decía era necesario el sacrificio de su hijo viajando en el tiempo y entregando ese diario.
Así pues, la tragedia de Eloise fue que, una vez fuera de la Isla, crió a su hijo para la muerte, apartándolo de sus aficiones, consiguiendo que fuera un gran científico y entregándole un diario en blanco que sería ese mismo diario que ella recibió en 1977 cuando Daniel viajó en el tiempo desde 2004.
Daniel era la víctima del sacrificio para mantener el orden de las cosas.
Eso sí, en 1977, y aunque Faraday muriera, Jack Shephard continuó con su legado y con su idea de cambiar las cosas.
Para cambiar la historia, según Faraday, había que destruir la bolsa electromagnética que acabaría haciendo que en 2004 el avión en el que viajaban, el Oceanic 815 se estrellara en la Isla y comenzara la cadena de acontecimientos que los condujo hacia ese punto.
Y para ello hacía falta detonar Jughead en la futura Estación El Cisne.
En su obsesión por arreglar las cosas, Jack no se dio cuenta de que no podría evitar ese accidente de avión intentando cambiar las cosas en el pasado, porque si lo hubiera cambiado así, no habría podido viajar en primer lugar a ese pasado para cambiar las cosas.
Así fue como acabó teniendo lugar el Incidente que sería en el futuro el responsable de que terminasen allí.
La bolsa electromagnética era una de las dos bolsas de energía que Dharma estaba utilizando en secreto en la Isla, sin respetar las condiciones de la tregua.
La primera era la misma del pozo que el Adversario excavó hacía dos mil años, con la rueda que permitía en teoría dejar la Isla y desplazarla, y allí Dharma construyó la Estación La Orquídea, especializada en investigar los viajes temporales, y para cuya cámara helada la Iniciativa entrenaba especialmente osos polares que movieran la rueda, en la Estación La Hydra en una pequeña isla vecina.
Osos que acabarían en el desierto de Túnez, puesto que al mover la rueda se aparecía en las antípodas de la Isla.
La otra bolsa era aún más grande, seguramente la más grande aparte de la misma Fuente, y sería la Estación El Cisne, especializada en estudiar el electromagnetismo.
La misma Estación que acabaría provocando el accidente del Oceanic 815 en 2004.
Stuart Radzinsky era el científico jefe encargado de la operación, un hombre irascible y sin escrúpulos obsesionado con explotar el poder de la Isla.
Jack y su grupo finalmente se enfrentaron a Radzinsky y sus hombres, en un intento de detener la perforación de la bolsa, y además de hacer explotar la bomba Jughead para destruirla y cambiar la historia.
Recibieron la ayuda de uno de los científicos de Dharma, el doctor Pierre Chang, que había decidido creerles ya que uno de ellos era su propio hijo, Miles Straume, llegado de 2004.
Y así lanzaron la bomba, pero no surtió efecto, y además el electromagnetismo de la bolsa ya perforada amenazaba con provocar una catástrofe.
Afortunadamente el heroico sacrificio de una de ellos, Juliet Burke, pareja de James, salvó a todos.
Tras caer al pozo de perforación, Juliet aparentemente detonó la bomba ella misma, y con eso provocó dos cosas: en primer lugar, la energía de la detonación, unida al electromagnetismo de El Cisne, hizo que los viajeros del tiempo reaparecieran en 2007 y desaparecieran de 1977, por lo que Richard los dio por muertos; y por otra parte, la energía de El Cisne quedó sellada, en parte porque absorbió la detonación, minimizando daños, aunque hizo falta a partir de entonces seguir un protocolo para controlar la energía: liberar una parte cada 108 minutos, la suma de los Números, introduciendo esos mismos Números y pulsando un botón.
Un mecanismo de seguridad de último recurso servía para liberar toda la energía de golpe con una llave, quizás usando también la energía aún presente de Jughead, y neutralizar la bolsa como medida desesperada.
Los Números estaban además grabados en la Escotilla de El Cisne, para resaltar su importancia en la Iniciativa Dharma, que incluso los radiaba en emisiones continuas en la Isla.
Así comenzó un protocolo que sería crucial en el devenir de la historia.
Radzinsky pagó por sus errores quedándose años y años en la Estación El Cisne pulsando el botón de descarga cada 108 minutos, hasta que, desesperado, puso fin a su vida.
Eso sí, siempre queda la posibilidad de que Jughead no llegara a explotar, y que Eloise, como algunos cuentan, moviera a tiempo la rueda de La Orquídea para desplazarlos en el tiempo; eso explicaría por qué acabó fuera de la Isla, ya que quien la accionaba terminaba en el exterior, en las antípodas.
Aunque tal vez, simplemente se fue a cuidar de Daniel tal y como estaba escrito y no accionó ninguna rueda.
Eloise nunca declaró nada al respecto, así que el misterio quedará sin resolver.
Tras el Incidente, Ben ya estaba plenamente integrado en secreto entre los Otros, al igual que Ethan Rom, hijo del líder de la Iniciativa en la Isla, Horace Goodspeed.
Dharma se había aislado en la Isla a partir del Incidente, tras el que muchos de los miembros de la Iniciativa la habían abandonado, entre ellos los aún niños Miles Straume y Charlotte Lewis, el amor de Faraday que acabaría desobedeciendo los consejos de éste de no volver jamás a la Isla, el lugar en el que moriría.
Igualmente, tal vez como consecuencia de la radiación de Jughead, aun estando absorbida por la energía de El Cisne, hubo más problemas de maternidad en la Isla, quizás ya existentes desde la caída de la estatua de Taweret, diosa de la fertilidad, pero ahora sin duda agravados.
En la Isla dejaron de nacer niños sanos y las madres morían al dar a luz.
Al mismo tiempo, lógicamente las relaciones entre Dharma y los Otros empeoraron, sobre todo si tenemos en cuenta que el liderazgo de los Otros pasó a ser ejercido por Charles Widmore, mucho más hostil que Richard.
Por otra parte, el Adversario seguía enojado con los que llegasen a la Isla.
La iniciativa Dharma había logrado tenerlo alejado con vallas sónicas, uno de sus escasos puntos débiles, pero en 1989 un equipo de científicos francés llegó a la Isla atraído por las emisiones Dharma de los Números, y el Adversario los mató o infectó a todos como Humo Negro, controlando sus cuerpos y mentes, que reclamaba para sí.
A todos menos a Danielle Rousseau, que tuvo que matar a sus compañeros infectados y quedó sola y enajenada cuidando a su hija Alex.
Y Ben recibió el encargo de eliminarlas, pero no fue capaz y además de dejar vivir a Rousseau se llevó a Alex, para criarla como a su propia hija.
Por supuesto, la locura de Danielle no hizo sino empeorar y vagaría durante años por la Isla como solitaria cazadora.
Finalmente llegó el momento en el que Charles no toleró más la presencia de Dharma en la Isla que ya consideraba suya, y en 1992 decidió hacer una matanza de todos los miembros de la Iniciativa Dharma que no se hubieran unido a ellos.
Fue la Purga.
Un gas venenoso, que irónicamente tenía su origen en una de las Estaciones Dharma, La Tempestad, fue el arma utilizada.
Y Ben tomó parte activa en ella, matando a su propio padre Roger, al que odiaba.
Así la Iniciativa Dharma fue eliminada de la Isla.
Aunque no toda: Radzinsky, más paranoico que nunca, seguiría en el interior de El Cisne, sellando la Escotilla en cuarentena, y esperando algún relevo.
Y los suministros siguieron llegando periódicamente desde el aire, tal vez porque se desconocía realmente la situación en la que se encontraba la Iniciativa en la Isla.
El reinado de Widmore no duró mucho más, puesto que seguramente Richard lo consideró peligroso para la Isla por su belicosidad y rudeza, así que propició que Ben fuera el nuevo líder, y Charles fue expulsado de la Isla entre otras cosas por tener una relación con una mujer fuera de ella, fruto de la cual había nacido su hija Penelope Widmore.
Charles juró odio eterno a Ben y pretendía recuperar la Isla algún día, pero Ben acabaría haciéndola ilocalizable con la ayuda de la Estación El Espejo, que bloqueaba las comunicaciones con el exterior, y sobre todo con la protección que concedía el mismísimo electromagnetismo de El Cisne.
Ben asumió totalmente el liderazgo de los Otros, que ahora vivían en las instalaciones Dharma y tenían contactos más habituales con el exterior, haciendo uso de la tecnología Dharma, sobre todo a partir de la Estación La Llama, el centro de comunicaciones.
Como líder, Ben se volvió cada vez más celoso con la tarea de proteger la Isla, lo único que tenía aparte de su amadísima hija adoptiva Alex, y se obsesionó con satisfacer las peticiones de Jacob, a quien veía como la figura paterna que no pudo tener, a pesar de que nunca se había encontrado con él.
Al final, incluso debería anteponer la Isla a su propia hija.
Y mientras, Jacob había continuado su tarea ajeno a todos estos conflictos.
Él seguía buscando y observando a sus candidatos, y a algunos de ellos los visitó y tocó personalmente para influir en sus vidas y seleccionarlos.
Las jugadas finales de su partida contra el Adversario estaban próximas.
Bien, como podéis imaginar tras este capítulo, en el que hemos recordado los conflictos en la Isla anteriores a la caída del Oceanic 815, y las apariciones de los losties como viajeros temporales, el próximo capítulo ya entrará de lleno en la historia de la serie, con nuestros losties como protagonistas.
Veremos cómo acabarán en la Isla, y la importancia que tiene cierto escocés en todos estos planes y juegos.
Así pues, en el próximo capítulo, que saldrá publicado este viernes, nuestro brotha favorito hará por fin su entrada triunfal.
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