Las cosas empiezan a moverse de nuevo en Lost.
Tras la tranquilidad que veíamos con los losties ya instalados en la época de Dharma en Namaste, en He’s Our You las cosas comienzan a desbocarse.
Es un capítulo que en su mayor parte es normal, como viene siendo habitual en los últimos episodios, pero el final lo trastoca todo.
El protagonista del capítulo es sin duda Sayid, interpretado por Naveen Andrews, y uno de mis cinco personajes preferidos.
Tengo que reconocer que desde que ha empezado el episodio he estado temiendo por su vida, no en vano empiezan recordándonos su pasado, y normalmente eso en Lost significa muerte y despedida (y no miro a Mr.
Eko ni a Shannon).
Y por cierto, es bastante curioso que con este capítulo se reinstaura del todo la estructura que solían tener los episodios en temporadas anteriores, es decir, flashbacks intercalados para explicar el pasado de los personajes en paralelo a lo que sucedía en la Isla.
Está claro que, al menos de momento, los saltos temporales que tanto juego dieron al inicio de la quinta temporada han sido e nuevo sustituidos por la estructura tradicional.
Pero en este episodio era realmente importante contar con esos flashbacks.
He’s Our You se abre con una escena de la niñez de Sayid en la que éste mata a una indefensa gallina, y a lo largo del resto de flashbacks, en los que veremos su trabajo de asesino a sueldo para Ben, hay una idea que se repite una y otra vez: Sayid es un asesino nato.
Aunque no le guste, lo mejor que sabe hacer es matar.
Somos testigos de cómo Ben le enreda para volver a trabajar para él, y de cómo acabó él también en el Ajira 316, capturado por Ilana, que primero lo seduce para poder apresarlo (está claro que las mujeres no le suelen traer nada bueno al iraquí).
Por cierto, está claro que Ilana o bien trabaja para Widmore, que quizás querría introducir a Sayid en la Isla, o para Ben, que es el máximo interesado en meter en ese avión al mayor número posible de Oceanic 6.
Genial cuando Ilana le dice que por qué ella iba a trabajar para un monstruo así y Sayid le responde con un amarguísmo “I did”.
En la época Dharma, tenemos a Sayid en su celda recibiendo visitas de Sawyer, que intenta convencerle de que mienta como ellos, y del pequeño Ben, que le va trayendo sandwiches bajo su apariencia de Harry Potter inquietante, convencido de que es un Hostil.
Y Sayid es testigo de cómo el chico es maltratado por su frustrado padre, lo cual nos hace pensar que acabará sintiendo lástima por Ben, pero como veremos más adelante, no es exactamente así.
Está claro que Sawyer hace todo lo posible para salvar el pellejo de Sayid, y al mismo tiempo por mantener su mentira sin descubrir, pero éste no parece querer quedarse en villa Dharma, por lo que Sawyer le dice que no puede cubrirle más las espaldas.
Los simpáticos científicos de Dharma también tienen un experto en torturas, Oldham (de ahí el “He’s our you” que responde el sureño a Sayid cuando éste le pregunta quién es este tal Oldham).
Un tipo de lo más raro e inquietante, por cierto.
Y será el encargado de intentar arrancar la verdad al antiguo oficial de comunicaciones.
Magnífico el momento en que Oldham aplica a Sayid su suero de la verdad, y éste empieza a contarla como un alegre niño pequeño, bajo la desesperada mirada de Sawyer, que no sabe en qué momento se va a destapar la mentira que les permite vivir allí tranquilamente, y que él pueda jugar a las casitas (y a médicos, ya puestos) con Juliet.
Sin embargo, la verdad es tan descabellada, sobre todo lo de que Sayid viene del futuro, que la gente de Dharma no se la cree.
Eso sí, a Radzinsky le mosquea mucho que alguien sepa lo que se está cociendo en El Cisne.
Como Sayid no da su brazo a torcer, los altos mandos de Dharma deben pensar qué hacer con él, y acababan decidiendo que deben ejecutarlo.
Todos menos Sawyer, pero éste, en una escalofriante escena, no tiene más remedio que aceptar la decisión y votar también a favor.
Aunque aún así intenta liberar a Sayid, quien le responde que no quiere escapar porque por fin sabe por qué motivo está de nuevo en la Isla.
Y por un momento incluso nos pasa por la cabeza que Sayid busca la muerte, pero sus planes acaban siendo bien diferentes.
Tras una conversación de Sawyer con Kate en la que se queja de que hayan vuelto, ya que están a punto de fastidiarlo todo, de repente una dharmaneta en llamas impacta contra una de las casas, sembrando la confusión.
Y parece que es Ben el responsable, para crear la distracción suficiente para liberar a Sayid.
Convencido de que es un Hostil, el chico piensa que ésta es su oportunidad de ir con ellos, ya que hace cuatro años de su encuentro con el eterno Richard Alpert, que le pidió paciencia.
Y en su huida, tras aturdir a Jin, de repente Sayid dispara a sangre fría a Ben.
Fin del capítulo.
Brutal, increíble ese momento en que Sayid reconoce que todos tenían razón y que es un asesino, y dispara sin piedad al niño destinado a convertirse en uno de los responsables de las desgracias de su vida.
Genial la manera en que este final enlaza con el eje temático del capítulo, mostrado a través de los flashbacks: aunque le pese, Sayid es un asesino.
Repito, impresionante escena.
Por lo tanto, podemos deducir que el motivo de que Sayid esté en la Isla es, según él, matar a Ben.
En el fondo ya notamos que algo le iba a hacer al niño al final del capítulo anterior.
Pero, un momento, Ben no puede estar muerto.
Como Faraday dice siempre, no puedes cambiar lo que ya ha pasado, así que si Ben está vivo en los años posteriores, es imposible que haya muerto aquí.
Así pues, la conclusión es que Sayid no ha rematado bien su trabajo y el pequeño Ben no está muerto.
Eso sí, seguro que está muy malherido y en los próximos episodios veremos tanto los esfuerzos por salvarlo como las consecuencias funestas de que la tregua con los Hostiles haya sido violada, o al menos eso piensa Dharma.
Y Sayid como fugitivo, desde luego.
Una duda que emerge es si el futuro Ben recuerda a Sayid y cómo éste le disparó.
Esta traición que vivió de niño explicaría en parte la evolución de Ben hacia un ser desconfiado y traicionero.
Y también explicaría por qué Ben parece haberse cebado más con el pobre Sayid que con el resto de los Oceanic 6.
Pero eso está aún por ver.
Sin duda un buen capítulo con un final impresionante, que ahonda en el pasado trágico y en las motivaciones de uno de los personajes más atormentados de Lost, con permiso de John Locke.
Como he dicho, Sayid siempre ha sido uno de mis cinco personajes favoritos, y gran parte de eso es debido a su mezcla de tragedia y dignidad.
Y a que sus métodos expeditivos son lo más, no nos engañemos.
Pues ahora sí, ya tenemos, creo yo, está temporada enfocada hacia su final, y vamos a vivir momentos muy tensos.
Una prueba de ello es la promo del siguiente episodio, Whatever Happened, Happened, cuyo título nos recuerda las palabras de Faraday.
Se masca la tensión realmente, y Sayid va a pasarlo muy mal, seguro… Sólo espero que sobreviva, aunque ya os he dicho que en este episodio lo veía un poco muerto y al final ha resistido.
Y es que nuestro iraquí preferido es todo un superviviente.
Eso sí, se puede decir que ahora sí que la ha liado parda…Fotografías