No hay duda de que, en su imaginación, Lindsay Lohan se cree una chica dotada de un desproporcionado talento para todo aquello que se propone.
Pero la realidad dista mucho de las fantasías de rubia-cabecita-hueca que ella atesora.
Una de dichas fantasías se refiere a la moda.
No sé por qué extraño motivo, Lilo se cree una eminencia en el mundo de la moda, sólo porque alguien estuvo lo suficientemente ebrio como para nombrarla embajadora de la firma Ungaro.
Ahora ella ha ido un poco más allá, y se cree incluso diseñadora.
Aunque sus diseños, gracias a dios, se limitan a cosas poco ambiciosas como leggins (que si eso es “ser diseñadora”, creo que yo también lo soy un poco…).
Pero ella está de lo más satisfecha, parece que de tanto ponerse colágeno en los labios, la sustancia se le ha ido extendiento y ya no sólo no controla sus músculos faciales, sino que se le ha rebelado su pobre y solitaria neuronilla.
Pero lo mejor de todo es que Lilo es la encarnación perfecta del lema “si quieres algo bien hecho, háztelo tú solo”, no, perdón, quise decir “hazlo tú mismo”, y por eso ha decidido que nadie mejor que ella para promocionar sus leggins.
Y por eso posa restregándose contra una barra de ésas de stripdance, como una gata en celo (sigue leyendo para ver las fotos al detalle).
Los leggins son imposibles de definir, pero como esa especie de trikini de leopardo que lleva también lo haya diseñado ella, más nos valdría que alguien le disparara un dardo tranquilizante cada vez que cogiera un lápiz para ponerse a dibujar trapitos.
Lindsay Lohan y su barra de stripdanceLindsay está convencida de que está creando un estilo que simboliza el poder feminista.
Sí.
Seguro.
Lo que cualquier feminista quiere es parecer una prostituta barata de las que frotan sus partes íntimas contra una barra a cambio de que un gordo sudoroso le meta billetes en el tanga.
Todo el mundo lo sabe.
Fotografías
En las páginas de anuncios de escorts a menudo se suelen indicar los métodos de pago. La profesional decide como hacerse pagar, indicando los métodos que acepta directamente en el anuncio.
La biografía de Chad Boyce que había muerto trágicamente en el set de la serie de televisión Los 100.